Yucatán

Lino Romero, director general de Ideas Disruptivas, empresa dedicada al desarrollo de proyectos de innovación tecnológica en todo el país y en Estados Unidos, dijo ayer que la innovación tiene mucho que ver con la experimentación, y que las culturas más próximas a la experimentación, a arriesgarse, son más proclives a poder desarrollar tecnologías de este tipo, porque en general, los ciclos de innovación tienen un componente cultural también.

Al ser entrevistado en la Universidad Politécnica de Yucatán, donde en el marco de la Semana de la Innovación ofreció una conferencia sobre ese tema, explicó que su empresa se dedica a acompañar a las empresas a transitar de sus ideas a productos o servicios, con un componente de innovación y de tecnología.

-La innovación es algo que hace mucha falta a México, ¿no?

-Sí. Y de hecho, la innovación es el reto de construir productos y servicios superiores a los que existen en el mercado. La innovación tiene que ver con superar las expectativas de lo que el propio mercado está demandando, a través no solamente de productos y servicios superiores, sino también de nuevos modelos de negocios, todo ello en el contexto de la 4ª revolución industrial que es el momento que actualmente vivimos.

-¿Cuáles fueron los anteriores momentos?

-La primera Revolución Industrial fue la máquina de vapor, la segunda fue la producción en masa, la tercera el cómputo, y esta cuarta tiene un contexto muy relevante para el proceso de emprendimiento y para provocar innovación, porque es el momento en que en el centro de esta revolución se encuentra el talento: Claus Schwap dice en su libro “La Cuarta Revolución Industrial”, que hoy el componente más relevante para la generación de valor es el talento, porque existe gran capacidad de creación, existe toda la infraestructura disponible. Hoy en día podemos acceder a tecnología a través de muy poca inversión, y podemos estar desarrollando productos y servicios innovadores con un esfuerzo que es mucho mejor al que implicaba en el pasado poder construir o desarrollar nuevos productos y servicios.

Tránsito más sencillo

-¿Cómo se pasa de una idea a un producto?

-El tránsito de una idea a un producto hoy, más que nunca, sobre todo por toda la tecnología disponible, por toda la infraestructura para la innovación, es cada vez menor y es cada vez más sencillo. Hay metodologías que son muy populares, como Lean Startup, que permite comprender el ciclo de desarrollo ágil, y que en muy poco tiempo puede uno estar lanzando nuevos productos y nuevos servicios, porque la carrera de la innovación es contra el tiempo, es una carrera de velocidad, implica poder iniciar, probar y fallar o tener éxito en muy corto plazo. Esto permite poder desarrollar cosas a bajo costo. Es decir no nos llevamos uno, dos o tres años como en el pasado, sino nos llevamos apenas unas pocas semanas o meses para poder lanzar algo que eventualmente pueda generar valor y traducirse en dinero.

El Manual de Oslo

El amable entrevistado dijo también:

-El Manual de Oslo define la innovación como el desarrollo de productos y servicios superiores a lo que existe en el mercado. Algunas veces tendemos a confundirla con novedad, o con invención, pero no es lo mismo. La innovación tiene un alto componente de negocio, y tiene que ver con cómo se traduce en dinero, a final de cuentas.

Yo tengo la idea de que las sociedades más proclives a la innovación son las que están más dispuestas a arriesgar, o éstas que piensan que hay que arriesgar alto para poder ganar fuerte, sociedades como la de China, o la de la India, o la de Estados Unidos, o por ejemplo en México el caso Jalisco, Estado que promueve la innovación y el emprendimiento como vías para el desarrollo.

(Roberto López Méndez)