Yucatán

Regular afluencia en primer domingo de temporada

Con una afluencia “regular” de familias inició la temporada vacacional en el puerto de Progreso, no obstante que para muchos la quincena se pagó desde el viernes y el sábado, aunque para otros eso ocurrirá hoy.

El cronista observó por la mañana una gran asistencia a las misas del Domingo de Ramos y, quizá por el aviso del mal tiempo para la tarde, es que muchos se reservaron la ida a la playa. Otra situación es que, al comenzar la Semana Santa, muchas familias optan por los días de guardar.

Los prestadores de servicios en el puerto mencionaron que ellos esperan la mayor afluencia el próximo domingo, luego de los servicios religiosos que recuerdan la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Sin embargo, varios restauranteros señalaron que para ellos el día estuvo más que excelente, porque hubo familias que fueron a comer mariscos y pescado frito. El mero, que ya está en temporada de captura, se vendió a 250 y hasta en 280 pesos el kilo con cebollas encurtidas, tortillas y chiles jalapeños.

Otros peces, que a decir del cronista tienen mejor sabor que el mero, como el pargo y la rubia, estuvieron en 200 pesos el kilo, mientras que la mojarra blanca, cuya carne es la mejor para el ceviche, costó 230 pesos el kilo.

Por cierto, en el mercado Lucas de Gálvez el kilo de mojarra blanca fileteada cuesta 200 pesos.

Lo novedoso: boyas

Algo novedoso en Progreso fue que el Ayuntamiento del puerto y la IX Zona Naval de Yucalpetén colocaron boyas a 200 metros mar adentro. En total son 400 boyas las que delimitan la zona más concurrida por parte de los bañistas, con la finalidad de evitar accidentes por el tránsito de embarcaciones y motos acuáticas.

De ese modo, delimitaron 1,360 metros de largo de playa. En dicha zona estará prohibida la navegación de cualquier tipo, por lo que es importante que bañistas y embarcaciones conozcan y respeten esta medida para evitar accidentes.

Además de la vigilancia de la IX Zona Naval para garantizar la seguridad de las personas, personal del Ayuntamiento acompañará a dos buzos y un nadador de la Secretaría de Marina.

¿Y el “Norte”?

Por la mañana y hasta las cuatro de la tarde hubo mucho calor, pero alrededor de las cinco se quedó nublado y con viento.

Hubo temperaturas máximas de entre los 35° C y 39° C en todo el Estado. La Capitanía de Puerto emitió recomendaciones a los navegantes debido a que los vientos fueron del Sureste por la mañana, pero por la tarde cambiaron del Norte-Noreste de 29 a 30 km/h con rachas mayores a los 60 km/h.

De resto, ya se sabe, hubo música, ambiente de fiesta, diversión, pescado frito, mucha cerveza en el primer domingo de la temporada vacacional de Semana Santa.

La familia Alvarez Pérez, de Mérida, dijo que rentó una casa para esas dos semanas a unas cuadras del malecón y señaló que, si bien ayer hubo mal tiempo por la tarde, los demás días estarán con buenas condiciones para disfrutar de la playa.

Lunares: Basura y ambulantes

Lo que sí han lamentado es que el agua tenga poca presión y el problema de la basura no se haya resuelto. También señalaron que los comerciantes ambulantes son una molestia en varios restaurantes.

Todos tienen derecho a ganarse la vida, pero hay ocasiones en las que resultan molestos cuando uno está comiendo en sitios como El Toro y, de pronto, entran esos payasos que además de la nula gracia que tienen, a veces ofenden a las personas por su físico. O entran y les entregan a los niños y a las niñas figuras hechas con la técnica de la globoflexia, pero no avisan que en realidad las venden.

A una familia que fue con su niña le pasó algo desagradable. Entró el payaso a El Toro y le hizo un muñeco a la pequeña y se la dio. El papá le dio 10 pesos de propina y le dijo que eran 20 pesos. “No me dijiste que lo estabas vendiendo”, se le aclaró, pero el payaso se puso grosero.

Los que sí son muy amables son los señores que venden dulces tradicionales de tamarindo, buñuelos, rollos de crema y el merengue. Hay en particular dos venteros a los que el cronista nunca ha preguntado por sus nombres, pero son muy amables y venden productos de calidad.

(Rafael Gómez Chi)