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Yucatán

“Me caigo, me caigo, no puedo, ay Dios, me caigo”, gritaba con desesperación Miguel Enrique Bonfil Mollinedo a las puertas de la Coordinación Médica de Pemex en Yucatán.

El jubilado de Pemex de 71 años de edad y con diabetes, problemas en el corazón y otros padecimientos derivados de la edad, evidenció las irregularidades que padecen los jubilados y trabajadores de la paraestatal por la falta de medicamentos, atención médica, la nula devolución de gastos y falta de instalaciones adecuadas, además del maltrato del personal.

Bonfil Mollinedo acudió ayer a la Coordinación Médica ubicada en la calle 21 por 5 del Fraccionamiento del Norte para tramitar la cita médica que le corresponde; descendió del vehículo apoyándose en la andadera que lo ayuda a desplazarse; sin embargo, ante la falta de rampas en la casa que se renta para la Coordinación Médica, el jubilado trató de subir el escalón y se cayó por lo que gritó por ayuda.

“Esto justamente es lo que no queremos que pase”, “No hay que llegar a esto”, “Esto es una porquería”, “No es posible, llevamos años así, necesitamos una clínica y de todo esto es cómplice el sindicato, esto está muy mal”, “Esto es maltrato, no hay necesidad, no es posible seguir así”, se escuchaba decir a los jubilados y trabajadores de Pemex ante la caída de su compañero, mientras lo ayudaban a incorporarse.

El problema

Raúl Alonso Parra, jubilado de la Institución, relató a POR ESTO! el problema que padecen desde hace más de dos años.

“Todos nosotros trabajamos en Pemex, somos jubilados o hay gente en activo, pero como acá en Yucatán no hay una clínica de Pemex para atendernos, lo que hay es esta Coordinación Médica con 3 doctores y 3 asistentes para hacer trámites; acá uno no viene a consultar, aquí viene uno para que nos den el papel de la clínica donde nos van a atender, luego vamos a esa clínica a sacar cita y pagamos lo que cueste y, luego, volvemos aquí para tramitar el reembolso de lo pagado; y para las medicinas hay una farmacia que está en la calle 62 con avenida Colón, pero que no tiene medicamentos.

“El problema está en que no nos reembolsan lo que gastamos, nos mandan a hospitales lejanos a nuestras casas, no hay medicamentos y, además, aquí el personal de la coordinación nos maltrata, nos tratan muy mal, como si estuviéramos mendigando y, de todo esto, es cómplice el sindicato, así estamos todos y esto ya no puede seguir así”, dijo.

A Alonso Parra lo secundaron varios trabajadores como Raúl Zamudio, Juan Cetina, Mario de la Cruz, Raúl Jesús Alonso, Julio Gabriel Hernández Lugo, Irma Alvarez Priego, Olivia Esquivel Sánchez, Guillermo Cruz López, Mercedes González y Pablo Caña Martínez, entre otros.

La denuncia era la misma: falta de medicamentos, falta de reembolsos y la urgencia de la atención médica que requieren los más de 400 jubilados, más los trabajadores activos.

Una verdadera calamidad

“El sindicato debería ver por nosotros, pero el sindicato no sirve para nada, nos hacen dar vueltas, no nos reembolsan, no hay soluciones, más bien ellos se benefician porque reciben dinero por ser comisionados, este problema lleva más de 2 años”, dijeron.

Juan Cetina González mostró las facturas de los gastos hechos por la enfermedad de su esposa, son unos 4 mil pesos cada mes que no le han reembolsado y, para surtir los medicamentos, recibió una hoja que demostraba que no hay medicamentos en existencia en la farmacia contratada por Pemex.

“No nos regresan nada, ni viáticos, si hay que ir a (la Ciudad de) México o lo que gasta uno en los hospitales, nada de nada, la respuesta que nos dan es que no hay presupuesto. Todo lo que nos pasa aquí lo reciben en esta coordinación y lo mandan a Veracruz, donde está la Coordinación Regional, pero de allá no pasa, nos traen al garete”, dijeron.

“Grupo Petrolero de Yucatán”, una mafia

Alonso Parra también denunció que el problema de fondo radica en el llamado “Grupo Petrolero de Yucatán”, que ha estafado a los jubilados, quienes aportaron en la compra de 23 hectáreas en Chicxulub Pueblo, pero que el sindicato revendió en 5 millones de pesos a José Reyes, Roberto Carlos Montúfar y Guillermo Rivera.

“Todo esto viene de la mano del llamado Grupo Petrolero de Yucatán, que compraron al sindicato las 23 hectáreas que los trabajadores pagamos y nos pidieron cuotas, allá en Chicxulub Puerto, pero que resultó que se vendieron en 5 millones a 3 personas: José Reyes, Roberto Carlos Montúfar y Guillermo Rivera, que aparecen en el Registro Público de la Propiedad, todo fue mentira, nos estafaron. Sabemos que en diciembre le entregaron a José Reyes 2 millones de pesos y dicen que devolvió el dinero, pero es mentira; los funcionarios están en ese mismo grupo, todos están involucrados. El sindicato es una mafia con ese grupo petrolero”, dijo.

Agregó que los han demandado y que el problema se le ha hecho saber directamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador a través de una carta.

(Verónica Martínez)

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