Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
No lo traen a colación el DRAE ni nuestros diccionarios regionales. Sin embargo, se ha venido usando tal expresión en la península por años. Cuando decimos que “alguien sabe su cuento” estamos indicando que ese alguien está mintiendo, nos está ocultando o disimulando algo, aunque, sin embargo, nosotros, o quien lo está tratando, ya conocen, o por lo menos, sospechan de su falsedad.
Un ejemplo:
-Oye, Port…!
-Sí, dime, Merson.
-Fíjate que me encontré con Pito en La dolche vita.
-Mamándose, para variar…
-Sí hombe, Charles.
-¿Y qué te dijo?
-Que hacía rato estaba en la taberna y que había consumido un cartón de cerveza y una botella de Chivas Regal…
-Pero si lo único que bebe es ron Argáez… Nunca podría pagar por un Chivas y además le daría “tirixtá”…
-Y que el Mulix, el gerente del bar, se la dio fiada porque ha averiguado que tiene mucha plata el negro…
-¿Y qué más te dijo?
-Que como ya’staba medio “lanzao” que iba a llamar a un martillo pa’que le manejara su “Mercedes” y no lo agarrara la policía…
-¿Un “Mercedes”? Ja ja ja…
-Oye, ¿Y por qué te da risa, Charles, que Pito se haya tomado una botella de Chivas Regal, tenga un “Mercedes Benz” y diga que tiene mucha plata en el banco…?
-¡Ay, Merson… “él sabe su cuento!”.
Carta a mi hijo
Serás un hombre cuando orgulloso puedas enseñar tus ofrendas como lo hacen los guerreros masais en su primera iniciación al concluir sus ritos.
Serás un hombre cuando comprendas que la flor debe ser fecundada, despojarse de sus pétalos, arrojar la semilla sobre la tierra y esperar que la nueva estación le brinde brotes.
Serás un hombre cuando comprendas que la vida no es vana competencia de frivolidades en sólo la búsqueda de objetos y sí en la búsqueda de objetivos.
Serás un hombre cuando antepongas la prudencia a la fuerza, la razón a la imprudencia, y el silencio a la necedad.
Serás un hombre cuando en silencio reverente puedas observar el maravilloso despertar de la madre naturaleza que te brindará sus secretos y observar que la faz de Dios se encuentra en todas sus manifestaciones restallando en miles de formas, colores y armonías y descubrir en el silencio el amor.
Serás un hombre cuando puedas prodigar sin protesta tu ayuda a los humildes y desheredados y comprender, que sobre, y bajo la tierra todos somos iguales.
Serás un hombre cuando jamás te vanaglories de tus logros y conquistas despojando tu yo en todas tus acciones.
Serás un hombre cuando algún día te llegue el hastío, y repudies la banalidad de la existencia, de la veleidad y traición de lo humano, y logres comprender que el eterno infinito, te ha señalado un tramo de camino que debes recorrer sin preguntar, y aceptar conscientemente cada uno de tus actos, ya que la misión a ti asignada no admite claudicaciones y no termina hasta que tu espíritu trasciende.
Serás un hombre cuando puedas al sentir dolor, y aceptar que la vida es dual positiva y negativa, y que no puede existir lo dulce sin lo amargo, como tampoco el placer sin el dolor, ni la oscuridad sin la luz y que son tus emociones la razón de estas cosas.
Serás un hombre cuando tengas siempre una sonrisa a flor de labios que ilumine todo tu rostro, esa sonrisa te abrirá las puertas de la alegría, de la amistad, del amor y la salud.
Serás un hombre cuando comprendas que la existencia se compone a veces de pequeñas tareas que debes cumplir, recuerda que la hormiga no es menos importante que tú en el eterno juego de la naturaleza.
Serás un hombre cuando entiendas que la vida no es sueño ni letargo y sí, hidalga y quijotesca lucha diaria.
Hijo mío, si con tu esfuerzo logras alcanzar la hombría, nunca mires atrás, que es la estatua de sal de los recuerdos, sólo hoy… ¡hoy es tu día!
Diego a Berzunza R.
Séptimo año del segundo milenio