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Yucatán

Dra. en Arq. Yolanda Fernández Martínez

Pensando con la Ciudad

Endeudamiento público para financiar ciudades y comunidades sostenibles en Yucatán

III

El tema de la “Conectividad y el transporte” debería verse como uno de grandes desafíos para resolver la eficiencia urbana actual, tanto en la escala municipal como metropolitana y por ende estatal, pero además se requiere de una estrategia integral y visionaria que determine dónde, cuándo y cómo se deberán de construir las grandes infraestructuras para la movilidad urbana sostenible e inteligente que la sociedad y las inversiones demandarán en el futuro próximo. Y con base en esta gran visión, se deberían ajustar los programas de desarrollo urbano municipales y metropolitanos correspondientes. Asimismo, la estrategia de planeación territorial debería de ir de la mano de una estrategia económica para garantizar la salud fiscal de los municipios y, al mismo tiempo, la innovación en el desarrollo y las infraestructuras. Toda vez que nunca habrá dinero suficiente ni tecnología tan inteligente, que sean capaces de subsanar las carencias de una estructura territorial que nunca pensó en el futuro de la movilidad de sus ciudades y comunidades sostenibles.

El Plan Estatal de Desarrollo de Yucatán (PEDY 2018-2024) presentado el pasado 28 de marzo representa la ruta crítica que seguirá el gobierno durante su sexenio, pero además este documento está contextualizado en la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la cual establece una visión global donde más de 200 países se comprometen a cumplir con una serie de metas para garantizar mejores condiciones de vida a sus habitantes, respecto a problemáticas de pobreza, gobernanza, seguridad, cambio climático, alimentación y acceso a la educación, entre otros muchos aspectos.

Si bien la manera de gobernar requiere hoy en día de estrategias más sofisticadas, debido a que hay que circunscribirse a agendas internacionales y sobre todo porque la cuestión de la gobernabilidad y la gobernanza deben demostrar que la estructura gubernamental cumple con sus objetivos tanto en su interior como en su diálogo permanente con la sociedad. De tal manera que ahora, los gobiernos locales y estatales tienen tres grandes escenarios ante los cuales deben demostrar su eficiencia: organismos internacionales, sociedad que gobiernan y su propia estructura gubernamental.

Para que todo este engranaje funcione y el PEDY 2018-2024 sea llevado a cabo en tiempo y forma, se requiere de algo fundamental además de toda la sincronía intergubernamental y la participación de los diferentes sectores de la sociedad. Se requiere de recursos financieros. Cada uno de los 5 ejes rectores de este relevante documento debe ir acompañado de una estrategia de financiamiento que garantice que lo que planea, sea factible de cumplir.

Este es uno de los aspectos más débiles de los gobiernos latinoamericanos. Precisamente el Lincoln Institute of Land Policy, en su área de América Latina y el Caribe, establece como tema prioritario garantizar la salud fiscal municipal. Y a partir de una serie de estudios y experiencias en diferentes partes de mundo, analizan cómo le hacen en otras partes para poder financiar ciudades y comunidades sostenibles sin endeudamiento público, o que, en su caso, este tipo de deuda no comprometa el presupuesto de los siguientes gobiernos, al grado tal de que se paralice la innovación y el desarrollo de nuevas infraestructuras y equipamientos.

Para ello es importante señalar que en el PEDY 2018-2018 se deben contemplar tres tipos de escenarios para Yucatán en cada uno de sus 5 ejes rectores y transversales: Lo que se puede controlar y regular; lo que se puede resolver y mejorar; y, sobre todo, lo que se puede prevenir y evitar. Y para cada escenario habría que diseñar la gran visión estratégica, la cual debería de precisar el cómo y con qué tipo de financiamiento. Es decir, cada aspecto señalado en este documento debería de venir acompañado de la estrategia económica, sobre todo en aquel escenario que nos va a garantizar prevenir problemáticas que hoy en día estamos viendo que están convirtiendo a la ciudad y su zona metropolitana en un caos, o en el caso de las comunidades rurales, que las mantiene al margen de las inversiones y del desarrollo humano.

Desde esta perspectiva, el tema de la “Conectividad y el transporte” debería de verse como uno de grandes desafíos para resolver la eficiencia urbana actual, tanto en la escala municipal como metropolitana y, por ende estatal, pero además se requiere de una estrategia integral y visionaria que determine dónde, cuándo y cómo se deberán de construir las grandes infraestructuras para la movilidad urbana sostenible e inteligente que la sociedad y las inversiones demandarán en el futuro próximo. Y con base en esta gran visión, se deberían de ajustar los programas de desarrollo urbano municipales y metropolitanos correspondientes.

Asimismo, la estrategia de planeación territorial debería ir de la mano de una estrategia económica para garantizar la salud fiscal de los municipios y al mismo tiempo, la innovación en el desarrollo y las infraestructuras. Toda vez que nunca habrá dinero suficiente ni tecnología tan inteligente, que sean capaces de subsanar las carencias de una estructura territorial que nunca pensó en el futuro de la movilidad de sus ciudades y comunidades sostenibles.

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