Yucatán

Roldán Peniche BarreraYucatán Insólito

 

Ciertamente nos ha tocado en suerte observar los cambios de hábitos y costumbres que ha sufrido nuestra hoy millonaria (en habitantes) ciudad de Mérida. La Mérida que nos tocó vivir de niños en los 40 del pasado siglo no es para nada la misma que hoy estamos viviendo.

Para entonces, contaría entre 50 y 100,000 habitantes todos ávidos de modernizarse y mudarse de las laberínticas residencias porfirianas a casas menos elaboradas, menos inspiradas en el viejo decimonónico estilo arquitectónico francés ornado de columnas dóricas o corintias, versallescos jardines, amplias terrazas, esculturas helénicas, todo lo cual arrancaba de los gustos muy particulares de Luis XIV. En la segunda mitad del siglo las habitaciones se hicieron más pequeñas, lo que impedía la presencia del piano de cola tan querido de nuestras abuelas, el baño desechó el bidet para la clase media, y en vez de la virginal tina para remojarse se prefirió la regadera que hasta hoy permanece con nosotros. Lo único que se respetó fue el kilométrico patio donde los niños se pasaban la mitad de sus vidas empleándolo como campo de juego. (Ignorábamos que unos años después los fraccionadores lo obviarían del todo en futuras edificaciones encajonando a las familias, primero en los chalets al estilo yucateco, y posteriormente en los fraccionamientos residenciales de cuartos más propios de Lilliput en los que apenas se puede respirar) a cambio del viejo patio nos “enjorquetan” (que valga el yucatequismo) un jardincillo donde caben sólo dos o tres macetas, o un garaje para el que tiene automóvil. Hoy nuestras casas se fabrican cada día más pequeñas y defectuosas.

(Continuará mañana)

Wachy BatesDivulgaciónA la caza de un agujero negro

Esta es la primera fotografía jamás tomada de un Agujero Negro en el espacio sideral, situado a 55 millones de años luz de nuestro planeta (un año luz es la distancia que recorrería un rayo de luz durante un año a la velocidad 299,792,458 metros x segundo en el vacío del espacio sideral), resultó ser un absoluto monstruo súper masivo tres millones de veces más grandes que la Tierra, el campeón de peso pesado de los agujeros negros del universo. Esta cacería, por decirlo así, fue un proyecto coordinado en 2017 por EHT, Event Horizon Telescope o en español, Telescopio del Horizonte de Sucesos, en donde colaboraron más de 200 científicos del mundo y una cadena de 8 de los más grandes y poderosos telescopios del mundo: EL ALMA de Atacama en Chile, el LMT Gran Telecopio Milimétrico en Puebla, México, el IRAM 30 M en Sierra Nevada, España, el James Clerk Maxwell en Hawai, el CARMA en Boston, Mass. USA, el CSD en el CalTech de California, USA, el ARO/SMT en Arizona, USA y el SPT Telescopio del Polo Sur en la Antártida. Mismos que al unísono, usando a la Tierra como una gran antena parabólica, transformaron al planeta en un único y gran telescopio virtual, enfocando sus ondas a un punto exacto del universo, el corazón de la galaxia M87 en Constelación de Virgo donde se encuentra este Massive Black Hole, fotografiado durante semanas en el mes de Abril del 2017 y dada a conocer este miércoles 10 de abril del 2019, fecha que será un parteaguas de un antes y un después en la astronomía. Se necesitaron 2 años para procesar y armar este rompecabezas de datos fotográficos y sacar la foto, usando súper computadoras. El genial científico Albert Einstein había vaticinado en hipótesis desde el siglo pasado y hoy confirmada, de cuál sería la forma y tamaño de un agujero negro, pues según su teoría de la relatividad los objetos masivos como planetas, estrellas y especialmente agujeros negros súper masivos, deforman el espacio tiempo y ese efecto se interpreta como la presencia de una gran fuerza gravitacional, que da como consecuencia en la física cuántica la teoría de la curvatura de la luz y en el caso de la presencia de un agujero negro, la curvatura de la luz en el espacio tiempo es extremadamente fuerte y notoria. Un agujero negro se forma cuando una súper estrella roja, al final de su vida, explota tras consumir todo su combustible y sufre un colapso gravitacional que se convierte en un enorme vacío que absorbe cualquier material sideral que se le acerque, energía, materia, polvo, planetas, estrellas o lo que sea, ultra compactándolos sin dejar salir nada, del cual ni la luz puede escapar, lo que explica que el agujero se vea negro.

Saludos: wachybatesphoto@gmail.com