Yucatán

El resultado del diagnóstico cultural que seguimos esperando

Por Víctor Salas

Para poder justificar la parálisis de actividades en la institución de cultura, Ana Ceballos Novelo, directora de Desarrollo Cultural, dijo que necesitaba seis meses sin actividades, para poder hacer un estudio y un diagnóstico de la cultura yucateca.

Estamos a ocho meses de tal declaratoria y no hemos sabido de evaluación cultural alguna o algún argumento que justifique o explique la ausencia de actividades en la institución de cultura. Cada jefe de área, en dicho lugar, devenga un salario mensual y ese emolumento no se ha revertido en trabajo efectivo hacia la sociedad, por y para la cual existe.

Quizá la gestora cultural, Ana Ceballos, no tenía claro el significado de la palabra que emitió para explicar la parálisis cultural en la que metió a la Sedeculta. Es necesaria una ayudadita.

Un diagnóstico busca revelar la manifestación de una enfermedad a partir de analizar y observar sus síntomas.

Conozco a los actuales directivos de cultura. Son jóvenes que nunca se vieron involucrados directamente en las actividades artísticas y culturales de la entidad. Uno cantaba en el Pasaje Picheta, la otra estudió danza contemporánea y tan- tan. No saben, por lo tanto, qué es la plástica, el ballet, el sinfonismo, es decir, la historia de nuestra cultura yucateca.

No me cabe la menor duda que hicieron el estudio del arte por áreas, pero no encontraron enfermedad alguna. Por el contrario, deben haberse topado con una enorme salud en las artes yucatecas, debida únicamente a la voluntad de los artistas. Galerías particulares hay en buena cantidad y mejores que las institucionales. El desarrollo sinfónico no les pertenece, el ballet es incomprensible para ellos, la literatura, “pues es lo que hacen mis cuates”.

No había manera de dar resultados adversos. Y Por eso no hay declaratoria.

En consecuencia, han tenido que acudir a los planes muertos, desenterrarlos y anunciarlos como un hito.

Regresarán por enésima vez los miércoles culturales. Vieja propuesta del maestro Carlos Acereto, tomada de las funciones del Ballet Folclórico de México de Amalia Hernández, quien cada miércoles se presenta en el Palacio de Bellas Artes, con enorme éxito y desde hace más de 50 años. Apenas hace unos ayeres se revivieron los Miércoles Culturales.

Estamos ante un más de lo mismo y para llegar a él se han invertido ocho meses de inactividad laboral asalariada. O sea, se les ha pagado por nada.

¿No hay dinero para hacer cultura? ¿Pregúntenle a Renán Guillermo si se puede hacer cultura sin liquidez económica, si se puede contar con los artistas al ofrecerles trabajo y no monedas de cambio? La historia nos demuestra que se puede, pero hay que tener calidad humana en varias vertientes.

Lo grave de esta situación, es que el avance que las artes han logrado en las últimas décadas, se está perdiendo y en un futuro, habrá que comenzar de nuevo.

Le gerontocracia cultural ha suplido las aspiraciones de Ana Ceballos, y entonces, como novedad se están anunciando los más antiguos planes teatrales, dancísticos y artísticos, en general.