Yucatán

PROGRESO, Yucatán, 15 de mayo.- En este mes dedicado a las madres, es de mencionar a doña Asteria Chalé Estrella, quien a sus 85 años de edad tiene 7 décadas de estar vendiendo masa y tortillas de maíz en el Mercado Municipal.

Esta ejemplar mestiza dio a conocer que comenzó a venir al zoco desde su natal Komchén a sus 15 años con su abuela y madre en este comercio, del cual ha vivido toda su vida.

Este oficio lo heredó de su abuela Delfina Estrella Cocom, y cuando esta se retiró continuaron sus hijos. A pesar de los años, doña Asteria es una mujer trabajadora que a diario comercializa tortillas y masa en su meseta del Mercado Municipal.

“Comencé a trabajar muy joven en el antiguo zoco, desde los 15 años ahora hoy me acompañan mis hijos, cuando ya no pueda venir por el paso de los años estos seguirán mi tradición en este pequeño comercio que me ha permitido crecerlos y estos harán lo mismo con sus hijos”, aseguró.

“Mi abuela me enseñó a realizar la molienda del grano de maíz, primero con molino de mano, ahora lo hacen mis hijos con máquinas pero hay que seleccionar el grano y salcocharlo para hacer el nixtamal, tal como lo hacían los molinos de antaño.

“En la vida siempre hay cambios continuos, cuando era una adolescente éramos varias las que comercializábamos masa y tortilla, en el mercado municipal con el paso de los años algunas fallecieron o se dedicaron a otros tipo de comercio, por lo que ahora solo yo quedo en el mercado, aunque a veces llegan otras personas de otros pueblos pero venden en los alrededores”, apuntó.

Por otro lado, señaló que los que vendían masa y tortillas cuando era adolescente han fallecido y sus familias dejaron el Mercado Municipal, porque en realidad los años no perdonan, pero su comercio me permite continuar para tener un motivo para trabajar todos los días.

Aun cuando la tortilla de maíz tuvo un incremento en las ventas, cuando en el puerto desaparecieron los molinos de granos la demanda aumentó de manera notoria, pero en su caso este es un negocio familiar debido a que diariamente hay que comprar maíz, salcocharlo, molerlo y sacar la masa, es todo un proceso casero, en el caso de la tortilla que se trae se hace a mano, se levanta el hollejo para que esté listo para la preparación de los tradicionales panuchos.

“Desde luego los clientes saben de la calidad del producto, el kilo de masa está a 15 pesos y el de tortilla a 25 pesos, pero el producto que traigo es del grano del maíz molido, que gusta a mis clientes por el sabor diferente”, subrayó.

“En su preparación usamos leña para el salcocho del maíz, no consumimos gas y poca energía eléctrica, la masa la traemos en el autobús de pasaje o en una camioneta del pueblo que nos trae al mercado.

“Los clientes que principalmente me compran son los de las loncherías, antojitos regionales para los tamales, los salbutes, panuchos, a veces vienen y compran en buenas cantidades, siendo mis marchantes una palabra que se va olvidando en el puerto, entre los venteras de antaño.

“En el puerto creo que soy la única persona que se dedica a este giro comercial con el vivo junto con mi familia”, culminó.

(Julio Jiménez Mendoza)