Yucatán

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

Esta frase circula entre la gente que posee alguna preparación o que sabe discernir sobre las cosas bien dichas o contraatacar en caso de una pregunta irónica.

No la incluyen los diccionarios pero para nosotros, es un yucatequismo hecho y derecho que venimos escuchando desde hace medio siglo por lo menos.

Se usa para responder a alguien que nos quiere endosar a tipos/as que no son de nuestra simpatía o que simplemente nos caen mal por algún motivo. Viene siendo un eufemismo por no decir palabrotas o frases más duras al respecto. Entonces se usa la fineza y se responde de la manera indicada.

Veamos un ejemplo:

-Oigan, sabios -dice el mero mero D. Julián sonando la campanita.

-¡Sí jefe! -se oye un coro de voces y se observan inclinaciones de cabeza.

-Miren, ahora que ya entró de plano al calor y nos estamos asando día y noche, ¿por qué no organizamos una excursión a la playa pa’ echarnos al agua, zamparnos un rico pescado frito y un ceviche, y luego dormir la siesta?

-¿Quiénes irían a la excursión? -pregunta el tío Pascual.

-Todos nosotros y a los que no están hoy, les avisamos.

-Iría el Yorch?

-En primer lugar.

-Iría el museólogo Lara?

-Desde luego.

-¿Elmerón? ¿Calabazo? ¿El granizadero? ¿Irían también…?

-Desde el más allá o el más acá, son invitados.

-¿Y el Barrigas y el Gasolina?

-A esos “te los regalo”…

El sino

¡Y ahora qué?

Tú me pediste ser libre

Y la libertad te concedí

¡Y ahora qué!

Tu ya no querías verme

Y de tu vida desaparecí

Pero hoy vienes y me buscas

Y en mi vida te entrometes

Y te encuentro por doquiera

Y me miras… y te esquivo

Pero ahora tú te me presentas

Y me dices que me quieres

Y que mía tú quisieras

Ser de nuevo… y te esquivo

Cuántas vueltas da la vida

Y nos envuelve el destino,

Cuantas veces me dijiste

Que mi amor no era tu sino,

Sin embargo yo subí y tú caíste…

Ya no vuelvas por favor,

Otra ya es mi vida.