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Yucatán

Amor al prójimo, la mejor herramienta que Dios nos ha dado

El amor al prójimo es la mejor herramienta para ayudar y ser útiles a los demás, dijo ayer el padre Ignacio Kemp Lozano durante el desayuno de la caridad que cada año organiza el Patronato de Cottolengo.

En su mensaje, el padre Kemp Lozano dijo a los presentes que estamos viviendo una época muy difícil, por lo que el Papa Francisco ha pedido a los cristianos ser conscientes de lo que está pasando en la sociedad.

Con base en los acontecimientos que estamos viviendo en el planeta, parece que el hombre ha dejado de amar porque en lugar de amar estamos matando, odiando y debemos preguntarnos: ¿Qué le falta al ser humano? En tecnología, nos sobra, al grado de que sobrepasó a la humanidad, pero ésta no tiene afecto, no tiene amor; nosotros podemos tener la tecnología más avanzada en nuestra casa (celulares, televisores, refrigeradores, aires acondicionados, todo), pero vivimos en una soledad y con un hambre de afecto que nos enferma y nos está acabando y está acabando con el planeta.

La vida no sólo son los seres humanos; también son los animales, las plantas, el aire, y todo es parte del amor. En la creación hay un factor que nos nueve y ése es el amor de Dios; todo lo que se mueve en esta Tierra es creación de Dios, pero nosotros estamos acabando con ese sentir, empezando con nosotros, que hemos llenado nuestro corazón como una bodega de esas que tenemos en casa, donde se guardan sillas y mesas rotas, trastes, y muchas veces nos dicen: Saca todo eso que tienes en esta basura y respondemos: “Esto lo guardo, por si me hace falta.

Bodega

Entonces están nuestros corazones como una bodega llena de cosas inútiles, donde ya no hay cupo para el amor; has llenado tu corazón como una bodega de cosas inútiles; por eso no nos quejemos, nos quejamos del calor, de todo, pero en qué contribuimos y cuánto amor estamos dando a la creación.

Recuerden la parábola de Jesús que manda a llamar a tres de sus empleados y a uno le da 10 mil pesos, a otro cinco mil y a otro mil pesos para dejarlos al frente del negocio mientras se va de vacaciones, y al regresar y pedirle cuentas, uno le devuelve 20 mil pesos, el otro diez mil y el último sólo los mil pesos que, por temor de invertirlos, prefirió guardarlos para no ser regañado. Entonces el Señor pidió a los criados que lo sacaran por ser un siervo inútil.

Con este ejemplo, el Señor nos quiere decir que estamos aquí, en este mundo, para ser útiles, no para ser inútiles, y cada uno de nosotros tiene una capacidad para trabajar, porque el Señor nos da esa capacidad ilimitada y nadie de nosotros puede decir que no tiene nada que dar y, si no damos, nos van a sacar y nos van a echar como siervos inútiles.

Iglesia útil

El Papa Francisco pide que seamos una Iglesia útil, donde todos demos lo que podemos dar, un católico o cristiano útil, una Iglesia que no hace nada por parar tanta guerra, tanta pobreza, tantas muertes o asesinatos; si eres cristiano y amas la vida tenemos que hacer algo, si no nos vamos todos.

La herramienta que Dios nos dio para parar o reparar, convertir y hacer de este mundo, un mundo mejor, es el amor; no hay fuerza más poderosa, inclusive mayor que una bomba atómica, que la fuerza del amor y lo único que nos sostiene en la vida es la fuerza del amor.

Tenemos dificultades, tempestades, problemas, muertes, suicidios, alcoholismo, violación, y lo único que nos puede sostener en pie es el amor; nadie puede detener al amor, porque la vida sigue; nosotros nos acabaremos, pero la vida no se detiene; así que pensemos en esa reflexión y meditar qué estamos dando a la vida; estamos en este mundo para ser útiles, no hay pretexto; hasta postrados en una cama podemos ser útiles, rezando o bien apoyando esta obra de Cottolengo, que es una obra de la Iglesia yucateca, comprando un boleto para apoyar una obra de amor y caridad; por eso el Papa nos pide orar mucho por él que va en contracorriente de los conservadores y hay que salir a la calle. Una Iglesia de calle; no podemos tener a Jesús escondido en una Catedral, capilla o iglesia donde no hay nadie; no podemos tener a Dios escondido donde no dé a nadie; hay que buscar y llevar a Dios a la casa, como lo hace Cottolengo y el Patronato Samaritano.

Cosecha de amor

El amor no se compra, se cosecha, lo que uno da es lo que va a cosechar y mientras tengamos vida debemos tratar de ser útiles y darle esperanza a la humanidad, muchas gracias, concluyó.

Entre las integrantes del Patronato se mencionó a Carmelita Reguera, Marisoco Fajardo, Beatriz Gómez, Eloísa Carrillo, Alejandra Cáceres, Martha Sánchez, Ligia Calero, Isela Atala, Esperanza Bernés y Libia Novelo.

Cabe destacar la participación del Coro de Cottolengo, que amenizó el desayuno y que fue muy aplaudido por los presentes.

(Víctor Lara Martínez)

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