Como ya es tradición, varios miles de fieles de todos los rincones del Estado e incluso de otras Entidades del país peregrinaron ayer al Santuario de la Reina y Patrona de la Arquidiócesis de Yucatán, Nuestra Señora de Izamal, para ponerse a sus pies y agradecerle su intercesión en los favores recibidos de su Hijo Jesús.
Inicialmente, la comunidad de laicos se reunió en el atrio del convento franciscano de San Antonio de Padua, en tanto que los sacerdotes lo hicieron en la Capilla de la Santa Cruz, en el Parque de los Cañones, donde el Obispo Auxiliar, Monseñor Pedro Mena Díaz, manifestó en su alocución:
–Hemos venido como peregrinos al encuentro del Señor y de su Santísima Madre, cuya imagen hermosa en su advocación de Izamal nos precederá hacia su santuario, procesión que nos hace evocar nuestro caminar hacia el Santuario de Dios.
Les invito, queridos hermanos, a hacer este recorrido con profundo sentido de gratitud, pues al estar representadas todas las parroquias de nuestra amada Arquidiócesis, somos expresión de la gratitud por las muchas bendiciones que el Señor nos ha otorgado por intercesión de su Santísima Madre.
Igualmente pongamos en nuestra intención comunitaria la preparación que estamos viviendo hacia el VII Congreso Eucarístico Nacional, ya que será la oportunidad de renovar nuestra fe en la presencia sacramental del Señor en medio de nuestras comunidades.
Antes de iniciar la procesión, rogó:
–Acuérdate, ¡oh!, piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado por ti. Yo, pecador, animado con esta confianza, acudo a ti, ¡oh!, Madre, Virgen de las Vírgenes; a ti vengo, ante ti me presento gimiendo. No desprecies, Madre del Verbo, mis súplicas, antes bien inclina a ellas tus oídos y dígnate atenderlas favorablemente. Amén.
Entre voladores, cantos y rezos
La procesión inició poco después de las 8 de la mañana entre el sonido atronador de los voladores que se elevaban para reventar en lo alto y algunos cantos religiosos que se alternaban con los rezos del rosario. Iban en completo orden; los seminaristas portaban la cruz procesional, cirios e incensario. Les seguían los diáconos, presbíteros y el Obispo Auxiliar, y la imagen de la Virgen de Izamal, que es la de la Inmaculada Concepción de María.
Al llegar la tradicional peregrinación diocesana al convento franciscano, la imagen de la Santísima Virgen fue colocada junto con la de la cruz procesional en el altar que fue levantado en el atrio, donde el Obispo Auxiliar Pedro Mena, rodeado por el presbiterio y con la presencia también del Arzobispo Emérito, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, leyó el mensaje que el Arzobispo Gustavo Rodríguez Vega envió a toda la Arquidiócesis desde Roma, donde participa en el Congreso Internacional de Cáritas. (En otra parte de esta misma edición publicamos íntegra la homilía).
Después, en su homilía, Pedro Mena señaló:
–Los apóstoles perseveraban en la oración con María. Y hoy estamos aquí de nuevo perseverando los apóstoles laicos que sirven en las parroquias, en los Epaps, los Ecaps y en los Centros Pastorales, en los grupos apostólicos, en las oficinas parroquiales o como sacristanes.
También hoy estamos aquí los apóstoles, pastores del pueblo de Dios, suplicando a nuestra Reina y Señora que nos alcance la gracia para seguir perseverando como buenos discípulos de su Hijo Jesús.
En esta parte explicó:
–Hoy, de manera especial, esta peregrinación tiene un relieve como preparación para el VII Congreso Eucarístico Nacional y vamos a hacer un repaso de los grandes acontecimientos desde 1949, porque este año se van a cumplir 70 años de la coronación pontificia que hizo don Fernando Ruiz Solórzano el 22 de agosto.
Protagonista, testigo y compañera
Durante este tiempo se han registrado grandes acontecimientos aquí en Izamal: la Virgen ha sido protagonista, ha sido también nuestra testigo y nuestra compañera, vamos a recordar los grandes acontecimientos, de manera especial cuando tuvimos la presencia de un santo de carne y hueso: San Juan Pablo II, el 11 de agosto de 1993, y al término de su mensaje posó sobre las sienes de nuestra Señora de Izamal una corona, para recordarnos que ella es nuestra Reina.
1999 fue otro año de especial gracia en Yucatán, pues bajo el impulso del IV Arzobispo, don Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, celebramos llenos de júbilo los 50 años de la coronación pontificia de Nuestra Señora de Izamal, renovando –como lo hecho cada año– nuestra consagración a ella. Fue un día de gran alegría, con la presencia de miles de fervorosos yucatecos que desbordaron este atrio.
Y el 26 de mayo del año pasado, 2018, convocados por el Arzobispo Gustavo Rodríguez Vega, pusimos en las manos amorosas de nuestra Reina el Plan Renovado de Pastoral, pidiendo a nuestra patrona que sea la medianera de nuevas gracias para lograr los objetivos que nos hemos propuesto.
Y hoy, 25 de mayo del 2019, perseverando junto a nuestra Madre, venimos a darle gracias por ser tan excelsa medianera de las gracias que hemos recibido en Yucatán, para pedirle nuevas gracias para nuestras personas, para nuestras familias, para nuestros pueblos, para nuestras parroquias, para nuestra Arquidiócesis y para el Plan Diocesano de pastoral renovado.
Pidámosle a ella que interceda por aquellos que, en su cuerpo o en su espíritu, están sufriendo a causa de la enfermedad o de los problemas que están viviendo. Hoy, de manera especial, quisiéramos encomendarle a nuestra protectora a los hermanos presbíteros Alberto Avila y Luis Sansores, para que pronto se recuperen.
Ahora Yucatán se prepara para vivir una nueva experiencia que dejará una profunda huella en nuestras vidas, para lo cual venimos a Izamal a pedir la intercesión de nuestra madre.
Dicho acontecimiento será el VII Congreso Eucarístico Nacional, que se realizará en Mérida del 20 al 22 de septiembre del 2019, y la Virgen María nos va a acompañar también en esta celebración, evento al que vendrán peregrinos de todo México. En este congreso le rendiremos homenaje a su Hijo Jesús, que ha querido darnos el más grande regalo quedándose en el Sacramento de la Eucaristía.
Por qué se hace largo el camino
Y con ustedes haremos una reflexión de cómo la Virgen es mujer eucarística, por el texto del Evangelio, donde su prima Isabel la reconoce porque es como el primer sagrario: Bendito el fruto de tu vientre. La Virgen María lleva a Jesús en su vientre. Entonces ella es el primer sagrario porque tiene a Jesús en su vientre. Y ella, por su experiencia eucarística, como la llama San Pablo, nos va a acompañar para prepararnos bien en nuestra celebración, para recordar que ella está con nosotros en todos los momentos, aunque como el lema dice: “El camino es largo”, por muchas circunstancias que vamos pasando, pero ella está con nosotros animándonos para levantarnos, para acudir a su hijo Jesucristo y seguir adelante como pueblo de Dios en Yucatán.
Ese camino se hace largo cuando no vivimos la pertenencia al cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
Se hace largo el camino cuando somos marcadamente individualistas y nos aislamos, y somos obstáculo para una verdadera vida comunitaria.
Se hace largo el camino cuando se desintegra la familia.
Se hace largo el camino cuando se atenta contra la identidad y la dignidad de la persona.
Se hace largo el camino cuando somos indiferentes ante una injusticia económica arraigada y persistente.
Se hace largo el camino cuando no defendemos los valores fundamentales que no son negociables, como el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas.
En otra parte de la homilía, el Obispo Auxiliar, Pedro Mena, comentó:
–Isabel le dijo a María: “Dichosa tú que has creído. Ahora nuestra Madre nos dice a nosotros: “Dichosos ustedes, mis hijos, porque han perseverado en la oración y en el compromiso. Dichosos ustedes porque han creído en la presencia sacramental de mi Hijo Jesús en la Eucaristía. Dichosos ustedes que con fe preparan el próximo Congreso Eucarístico Nacional.
Dichosos ustedes cuando perseveran unánimes en la fe y en el compromiso misionero, porque se cumplirá todo lo que se ha prometido a este entrañable pueblo de Yucatán”.
Significado de la Eucaristía
Antes de la misa, en entrevista, preguntamos al Obispo Auxiliar, Pedro Mena Díaz:
–¿Qué es Eucaristía?
–La Eucaristía es la misa. El nombre oficial es el Sacramento de la Eucaristía, que significa acción de gracias. Entonces cada vez que nosotros celebramos la misa, celebramos la Eucaristía, le damos gracias a Dios porque nos ha dado en primer lugar a su hijo Jesucristo como alimento, como fortaleza que nos va acompañando en toda nuestra vida cristiana, nuestra vida de creyentes. Entonces es para nosotros el alimento que necesitamos. Por eso se convierte el pan en el cuerpo de Cristo, el vino en su sangre, que nos va recordando ese misterio pascual: Cristo muerto y resucitado por nosotros nos va acompañando en su vida cristiana.
El Sacramento de la Eucaristía es el sacramento central de nuestra fe. Por eso hay documentos que nos dicen que la Eucaristía hace a la Iglesia y la Iglesia hace a la Eucaristía. O sea, hay una relación muy grande entre nosotros como Iglesia Católica y la celebración de la misa. Sin la celebración de la misa no seríamos Iglesia Católica y sin la Iglesia no se haría presente la Eucaristía. Entonces esta relación es la que nosotros vamos a profundizar cuando se celebre el Congreso Eucarístico Nacional, que será el 7º a nivel nacional, pero a nivel internacional ya llevan más de 30 y en el 2020 será en Budapest, Hungría. Todo esto lo vamos a revivir y a tener presente.
El reconocimiento de 1949 a la Virgen
Hace 70 años, el Papa Pío XII concede a la imagen, a la Patrona de Yucatán, por los medios que Dios nos ha dado por medio de ella y por lo cual se venera su imagen, se pide que sea un reconocimiento del Papa. El Papa es el que declara que esta imagen de la Virgen puede ser coronada de un modo muy solemne, muy especial, como Patrona de Yucatán. Entonces se lleva a efecto esta coronación, le toca a don Fernando Ruiz Solórzano, en una ceremonia bellísima, vinieron muchos obispos de México, porque se trataba de una coronación pontificia. No todas las imágenes tienen coronación pontificia, tenemos aquí en Yucatán imágenes que son coronadas, por decirlo de algún modo, diocesanamente, el obispo les da su reconocimiento, pero en el caso de la Virgen de Izamal es pontificia porque es la Patrona de todo Yucatán, de toda la Arquidiócesis.
La imagen es la imagen de la Inmaculada Concepción de María. Se hace como referencia al lugar donde se venera y tiene su santuario, por eso es la Inmaculada Concepción de María Nuestra Señora de Izamal.
Esto es como parte del profundizar en el misterio de la presencia de la Virgen María en distintos lugares. Por ejemplo, don Crescencio Carrillo promovió que la imagen de la Inmaculada que está en la Catedral fuera Nuestra Señora de Yucatán y, entonces, en el mundo que está a sus pies pone la Península de Yucatán. Entonces es una promoción de don Crescencio Carrillo para venerar a la Inmaculada como Nuestra Señora de Yucatán. La que está en la Catedral es una Inmaculada, pero con la característica de Nuestra Señora de Yucatán”. Esta es una Inmaculada, pero Nuestra Señora de Izamal, Patrona de Yucatán.
Ser buenos anfitriones
–¿Algo más, señor Obispo?
–Pues ojalá que este acontecimiento que hoy vamos a vivir anime realmente a todas las parroquias, porque Mérida será anfitriona de este VII Congreso Eucarístico Nacional. Pedimos especialmente a Mérida y los alrededores que abran las puertas de sus hogares porque los que vienen de las distintas diócesis de la República van a ser alojados en las casas. Nosotros nos convertimos en anfitriones. Ahora estuve en una Asamblea Nacional del clero y el padre de Ciudad Juárez me dijo que ya tenía 25 personas que desde ahí iban a venir. Y así como ese ejemplo se están preparando las distintas diócesis; por eso necesitamos que Yucatán una vez más sea un buen anfitrión, que abra sus puertas, y que también todos los representantes de las parroquias tengan un lugar de lo que va a ser propiamente el congreso, y pedimos que junto con sus párrocos se preparen para los congresos parroquiales y decanatales, pero también prepare su inscripción a este evento, ya que ellos podrán participar en todas las conferencias, en toda la eucaristía, en una gran procesión solemne que se va a hacer y que va a ser una cosa muy bonita, muy especial para Yucatán, va a ser otro momento de gracia. Por eso la homilía va a recalcar los momentos especiales de gracia en Yucatán en compañía de la Virgen, que nos va a acompañar también en el congreso, que va a ser en el Centro de Convenciones Siglo XXI. Esperamos una asistencia al congreso de 10 mil personas. Previamente habrá tres días de conferencias especiales, que serán como para 2 mil o 3 mil personas.
Invitados e indulgencia
Hay que señalar también que entre los invitados especiales que asistieron a este acto mariano estuvo Norma Beatriz Barnet Cantón, directora de Asuntos Religiosos, y que el Obispo Auxiliar Pedro Mena informó que se concedió una indulgencia especial para todos los asistentes a la peregrinación anual a este santuario con las condiciones de comulgar, participar en la misa y rezar por las intenciones del Papa.
(Roberto López Méndez)