El 26 de mayo de 1987 llegaron a las librerías de Londres los primeros ejemplares de “Drácula”, novela de Bram Stoker cuyo éxito llegó muchos años después de la muerte de su autor, la cual en la década de 1920 fue adaptada para presentarse en Broadway, y en 1931 la historia de este vampiro de Transilvania llegó a la gran pantalla dirigida por Tod Brownin, protagonizada por Bela Lugosi, quien convirtió al Conde Drácula en un ícono cultural. En los años 90, dirigido por Francis Ford Coppola, presentó otra adaptación exitosa para el cine.
Bram Sotker basó su novela “Drácula” en las conversaciones que sostuvo con un húngaro llamado Arminius Vámbéry, quien le habló de Vlad Drculea. Esta novela fue escrita en forma epistolar y presenta también otros temas como la sexualidad, el rol de la mujer en la época victoriana, el colonialismo, así como inmigración.
Stoker no fue el creador de la leyenda vampírica, pero la influencia que tuvo su novela llegó al cine, al teatro y la televisión. Desde que se publicara su novela nunca dejó de estar en circulación, por lo que le sucedieron nuevas ediciones. Fue hasta 1983 cuando este título dejó de ser considerado como literatura sensacionalista, para formar parte de los clásicos de la Universidad de Oxford.
La novela se sitúa en Transilvania, Rumania, para lo cual Stoker se basó para describir los paisajes en dos obras: “La tierra más allá de los bosques”, de Emily Gerard, y de “Informes sobre los principados de Valaquia”. Una de las figuras que inspiró a Stoker para su personaje, fue la de Vlad el Empalador, quien fuera un tirano de la Epoca Medieval de Valaquia quien recibiera el sobrenombre de “Draculea” (hijo del dragón”, aunque en su novela, Stoker logra que su personaje del vampiro clásico vaya desarrollándose poco a poco, hasta convertirse en el que hoy todos conocen como Drácula.
Otra figura importante en la cual se basó Stoker, fue en la condesa húngara Erzsébet Báthory (1560-1614) que según se contaba, bebía y se bañaba en sangre, ya que creía que esto le devolvería su juventud. También se dice que publicaba anuncios para solicitar doncellas a las cuales asesinaba y les quitaba la sangre, aunque muchos historiadores coinciden que esto fue solamente una invención de sus enemigos.
Uno de los referentes más grandes de la novela, es un cuento publicado en 1844 por el alemán Karl von Wachsmann titulado “El extraño misterioso” en el cual aparecen muchos de los que después fueran temas sobre vampiros tanto en la literatura como en el cine.
Se presume que el Castillo Bran, una fortaleza medieval en Rumania, sirvió como inspiración para situar el Castillo de Drácula. En algunas ediciones de la novela, ésta va precedida de un cuento terrorífico cuyo título “El invitado de Drácula”, en el que Jonathan Harker, un joven abogado inglés, viaja rumbo a Transilvania. Durante su estancia en Münich, Jonathan se pierde en el bosque durante un paseo, y percibe la presencia malévola a su derredor. Debido a una fuerte tormenta es arrastrado a un cementerio abandonado y se dirige a una capilla, la cual cree segura, pero al abrir la puerta encuentra el cuerpo de una hermosa joven con los labios manchados de sangre. En aquel instante cae un rayo sobre la capilla que provoca un incendio, la muchacha se levanta y grita de dolor por el fuego que la consume, y el joven sale corriendo y cae en la nieve mientras la tormenta se hace más fuerte, y al recobrar el sentido, se encuentra con un lobo que le está olfateando el cuello y calentándolo.
Varios hombres salen en su búsqueda y al dar con su paradero lo llevan a su hotel donde le entregan un telegrama en el cual Drácula, con quien va a reunirse en Transilvania, le advierte sobre el peligro de la nieve y los lobos en la noche.
Sobre esta historia descrita que precede a la novela, no se tiene muy clara su autoría, ya que algunos dicen que se trata del principio de la novela, el cual había sido eliminado de la primera edición, ya que el editor la consideraba muy larga, y hay quienes creen que la autora fue la viuda del mismo Stoker, y otros más piensan que el autor fue el mismo editor.
“Drácula” hace un despliegue de erudición sobre el vampirismo. Más que la inmortalidad, el vampiro ha logrado conquistar la muerte, aunque está condenado a vivir casi como un espectro. En el inicio de la novela, Stoker insinúa la seducción del vampiro, quien habita en un castillo decadente, un hombre aristocrático y cultivado que atemoriza, que le permite la entrada al castillo con la siguiente frase: “Entre usted libremente y por su propia voluntad”.
Debido a que el Conde Drácula no se refleja en los espejos, ya que según la superstición había perdido su alma, por lo que no había ninguno en el castillo, lo cual Jonathan percibe. La personalidad de Drácula lo hace repugnante y a la vez sensual. Convive con tres jóvenes vampiresas.
Stoker no inventó la figura del vampiro, ya que ésta había sido desarrollada años antes como en el relato de Polidori “El vampiro” en 1816, así como en una publicación que salió un año antes que la de Stoker titulada “La buena Lady Ducayne” de Mary Elizabeth Braddon, en la que los vampiros habían tomado varios nombres, y había sido un éxito en toda Europa en espectáculos y cuentos.
En la novela “Drácula”, los personajes principales (menos Drácula) escriben diarios y cartas, las cuales se intercambian, así como telegramas y noticias de prensa y notas. Stoker, durante el desarrollo de la historia, realiza pequeños saltos en el tiempo atinados, para poder revelar la gran ambición de poder de Drácula quien para poder lograr su objetivo, mueve ejércitos de ratas, murciélagos, lobos, niebla y tormentas.
Stoker tenía conocimiento de los detalles de la superstición y rasgos peculiares del vampiro, los cuales le atribuye a Drácula: la telepatía, la fuerza sobrehumana, dominar a seres repulsivos como ratas, moscas, murciélagos, lobos y otras especies, el poder de convertirse en animal o en niebla, perder sus facultades durante el día, ya que la luz lo destruye, dormir en el interior de un ataúd sobre tierra traída de su lugar natal, alimentarse de sangre humana. La única forma de detenerlo era con crucifijos, ajo, agua bendita, y para matarlo, era necesario clavarle una estaca en el corazón.