Manuel Zepeda Peraza, es el nombre de la biblioteca central del estado, y se encuentra en la calle 55 x 62, en el centro de nuestra ciudad. Su director es el Sr. Luis Alberto Solís Vázquez, quien ha estado a cargo de la misma al parecer durante los últimos tres sexenios, nos comenta uno de sus empleados.
Parece que entre sus logros se encuentra la renovación del edificio y del mobiliario, lo que a mí como turista no me tocó ver; pero lo que si me consta es la necesidad de enviar a reparar o solicitar el cambio de los 20 equipos de cómputo obsoletos, ya que de las antiguas computadoras que me comentan que había donado Telmex hace tiempo, en la actualidad solamente tres funcionan medianamente bien. Esta, en la que estoy trabajando, es una de ellas, y aún así, me ha costado mucho poder trabajar el día de hoy ya que está muy lenta, y no cuenta con los programas básicos que utilizamos todos para la realización de nuestras tareas diarias.
Creo que es muy importante que la dirección de esta biblioteca se avoque en mejorar su sala de cómputo, buscando recursos entre las diversas dependencias del gobierno además de otros donantes para tener más acervo cultural, porque a pesar de la belleza del edificio, lo que hace que un lugar funcione correctamente es la eficacia de sus servicios, y en ese sentido si puedo testificar que se encuentra muy caída, a pesar de que la atención del personal busca ser muy eficiente.
Muchas somos las personas que acudimos a ésta biblioteca por diversos motivos, uno de ellos es que su similar, la que se encuentra en la calle del periódico novedades, y muy cerca de la salida de las combis a Progreso, presenta las mismas o peores fallas en su centro de cómputo, lo que provoca que cuando uno abandona el edificio salga con un gran malestar.
Es importante entender que hay muchas personas que no pueden solventar el gasto de rentar una computadora diariamente para la realización de un trabajo en la calle.
Una sala de cómputo en una biblioteca recibe, estudiantes, pensionados, profesionistas, investigadores, etc, y que entre éste público en general, se encuentran niños, adolescentes, y adultos, así como uno que otro turista. Muchos en búsqueda de oportunidades académicas, otros de oportunidades laborales.
Por lo tanto, si hay alguien viendo este artículo que tenga la capacidad y el deseo de contribuir a mejorar los servicios y el funcionamiento de nuestra biblioteca local, siéntase libre de asistir para corroborar lo aquí mencionado y piense en el bien que estará haciendo a toda esa gente que busca mejorar, en uno de los que deben ser siempre pilares de nuestra cultura, como lo es una biblioteca funcional.
Atte.
OMVJ