Yucatán

Las 95 tesis de Martín Lutero fueron más allá del ámbito religioso: abrieron nuevos caminos de liberación en la sociedad del siglo XVI

Por Pilar Faller Menéndez

“Usted no es solamente responsable de lo que dice, sino también de lo que no dice.”

Martín Lutero

Fue el 31 de octubre de 1517 cuando el fraile agustino Martín Lutero, dio una sacudida a la historia universal al presentar en las puertas de la iglesia de Wittenberg, Alemania, las cuales tenían como objetivo un lugar para que los colegas universitarios debatieran, sus 95 tesis en contra de las indulgencias (Disputatio pro declaratione virtutis indulgentiarum). Ante este hecho, y después de leer el texto, Erasmo de Rotterdam comentó: “No puedo describir la emoción, la verdadera y dramática sensación que provocan” ya que al hacer públicas sus tesis, Lutero cometió dos faltas consideradas imperdonables para la Iglesia Católica: rechazó la teología sacramental católica, la cual permitía y justificaba la “venta de indulgencias”, lo cual consideraba un secuestro del Evangelio, el cual debía ser predicado libremente y no vendido.

Estas 95 tesis marcaron el inicio de la Reforma protestante, acontecimiento que causó una transformación profunda tanto en la sociedad, la cultura, la política, la economía, así como el cristianismo europeo, dando lugar a un “cambio de paradigma civilizatorio”, motivo por el cual la Iglesia Católica no dejó pasar este hecho y respondió a la afrenta de Lutero.

Proclamado por el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos V, y el cardenal Giorlamo Alejandro el 25 de mayo de 1521, contra el teólogo alemán Martín Lutero, declaraban en este documento llamado el Edicto de Worms, declaraba al teólogo alemán Martín Lutero como prófugo y hereje ya que cualquier doctrina que se manifestara en oposición al dogma de cualquier iglesia o credo considerado ortodoxo era inaceptable.

Fue a través de este Edicto como se oficializó la ruptura del Luteranismo que era un movimiento cristiano protestante con la Iglesia Católica. También, dicho documento declaró a Lutero como un bandido y fue prohibida la lectura o posesión de sus escritos, y la persecución de Lutero la cual permitía a cualquiera matarlo sin sufrir consecuencias ante la ley.

Este Edicto de Worms fue un acto que provocó gran agitación, incluso a los considerados moderados, particularmente en el filósofo y teólogo neerlandés Erasmo de Rotterdam, quien se destacó por su aportación como humanista, así como sus críticas teológicas, las cuales tenían tendencias reformistas. Uno de sus rasgos particulares en su personalidad fue el de mostrarse reacio ante cualquier represión de las autoridades.

Las tesis de Martín Lutero fueron un parteaguas que dio paso a una evolución intelectual en la Europa del siglo XVI las cuales sentarían las bases de las creencias posteriores, a pesar de no haberse posicionado nunca en ninguno de los bandos enfrentados. Algunas de las tesis más significativas fueron las siguientes:

6.- El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente. (…)

7.- Mal y torpemente proceden los sacerdotes que reservan a los moribundos penas canónicas en el purgatorio.

11.- Esta cizaña, cual la de transformar la pena canónica en pena para el purgatorio, parece por cierto haber sido sembrada mientras los obispos dormían. (…)

16.- Al parecer, el infierno, el purgatorio y el cielo difieren entre sí como la desesperación, la cuasi desesperación y la seguridad de la salvación. (…)

20.- (…) cuando el Papa habla de remisión plenaria de todas las penas, no significa simplemente el perdón de todas ellas, sino solamente el de aquellas que él mismo impuso.

21.- En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa. (…)

24.- Por esta razón, la mayor parte de la gente es necesariamente engañada por esa indiscriminada y jactanciosa promesa de la liberación de las penas. (…)

27.- Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando.

28. Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios. (…)

36.- Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión plenaria de pena y culpa, aun sin carta de indulgencias. (…)

42.- Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención del Papa, en manera alguna, que la compra de indulgencias se compare con las obras de misericordia.

43.- Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre al pobre o ayuda al indigente, realiza una obra mayor que si comprase indulgencias. (…)

45.- Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias papales, sino la indignación de Dios. (…)

47.- Debe enseñarse a los cristianos que la compra de indulgencias queda librada a la propia voluntad y no constituye obligación. (…)

50. Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas.

51.- Debe enseñarse a los cristianos que el Papa estaría dispuesto, como es su deber, a dar de su peculio a muchísimos de aquellos a los cuales los pregoneros de indulgencias sonsacaron el dinero aun cuando para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, si fuera menester.

52.- Vana es la confianza en la salvación por medio de una carta de indulgencias, aunque el comisario y hasta el mismo Papa pusieran su misma alma como prenda. (…)

75.- Es un disparate pensar que las indulgencias del Papa sean tan eficaces como para que puedan absolver, para hablar de algo imposible, a un hombre que haya violado a la madre de Dios. (…)

81.- Esta arbitraria predicación de indulgencias hace que ni siquiera, aun para personas cultas, resulte fácil salvar el respeto que se debe al Papa, frente a las calumnias o preguntas indudablemente sutiles de los laicos.

82.- Por ejemplo: ¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio a causa de la santísima caridad y la muy apremiante necesidad de las almas, lo cual sería la más justa de todas las razones si él redime un número infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de la basílica, lo cual es un motivo completamente insignificante? (…)

86.- Del mismo modo: ¿Por qué el Papa, cuya fortuna es hoy más abundante que la de los más opulentos ricos, no construye tan sólo una basílica de San Pedro de su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los pobres creyentes? (…)

90.- Reprimir estos sagaces argumentos de los laicos sólo por la fuerza, sin desvirtuarlos con razones, significa exponer a la Iglesia y al Papa a la burla de sus enemigos y contribuir a la desdicha de los cristianos. (…)

95.- (Es menester exhortar a los cristianos) a confiar en que entrarán al cielo a través de muchas tribulaciones, antes que por la ilusoria seguridad de paz.