Yucatán

LIBRE UNION, Yaxcabá.– Los apicultores yucatecos, que llevan a cabo sus últimas cosechas correspondientes a la temporada 2018-2019, consideran que esta fue una “buena temporada” de producción, pero “pésima” en cuanto al precio, pues los intermediarios les pagan a 12 pesos por kilo cuando el año pasado llegó a 45 pesos.

De acuerdo con los datos oficiales de la Sader, de noviembre del 2018, cuando arrancó la temporada en Yucatán, hasta el mes de mayo, en la Entidad se habían cosechado 7,400 toneladas de miel (6,100 de enero a mayo y 1,300 de noviembre a diciembre).

Los mismos datos oficiales reportan que la temporada 2017-2018 de noviembre a junio se cosecharon 7,500 toneladas de miel y fue una de las mejores en cuanto al precio, ya que llegó a los 45 y 47 pesos por kilo.

Sin embargo, para este ciclo el precio se desplomó, aunque los volúmenes serán mejores que la temporada anterior, ya que la Sader aún no registra las cosechas de junio, que aunque pocas elevarán el nivel.

POR ESTO! presenció ayer el trabajo arduo de los apicultores en la última cosecha que realizaron para dejar descansar a las abejas y comenzar de nuevo en noviembre.

Una tonelada

Nelsy Guadalupe Santiago Pacheco y su esposo Fabián Roque Labastida limpiaban los cuadros de cera que las abejas habían rellenado con miel.

En medio de un camino hacia el monte, donde se ubican las colmenas, los apicultores trabajaban concentrados hasta que se percataron de la presencia de los reporteros.

Con orgullo explicaron a POR ESTO! el trabajo que realizaban e informaron que, como el extractor que utilizaban se había descompuesto, tendrían que ir a casa a terminar de limpiar los cuadros; sin embargo, antes de partir mostraron uno de los apiarios que trabajan desde hace 7 años y que les ha permitido mejorar sus ingresos, aunque este año cambiaron de estrategia de venta, ya que el precio se desplomó.

“Desde hace 7 años nos dedicamos a la apicultura, somos apicultores, fue por un proyecto del Inca Rural que le dieron a mi esposo, comenzamos con 5 colmenas y ahora tenemos 4 triples; esta temporada fue muy buena la cosecha; cuando hicimos la cosecha de limpieza sacamos muy poco, fue en marzo, porque no hubo enredaderas ni tajonal, lo que sacamos fue de primicia, pero la segunda cosecha fue muy buena y con ésta será la cuarta, tendremos una tonelada en total de cosecha, fue muy buena, no como la del año pasado, lo malo es el precio”, explicó Santiago Pacheco.

Mostró su apiario y recordó que, al inicio, le pagaban a una persona para que las cuidara, pero al ver que no había avance, decidieron tomar cursos, capacitarse, involucrarse y ellos con sus hijos atienden a las abejas y trabajan con ellas.

Por los suelos

Esta temporada de miel estuvo marcada por la sequía temprana, incluso los apicultores reportaron que la falta de lluvias no permitió la floración de las enredaderas, bejucos y el tajonal, por lo que preveían baja cosecha.

Empero, en marzo, con el jabín, comenzaron las buenas cosechas y el precio se empezó a desplomar, luego de que la temporada anterior llegó a 45 pesos.

En mayo se reportaban 28 pesos por kilo y ayer 12 pesos por kilo, por parte de los acopiadores o comercializadores.

Las lluvias de mayo y junio permitieron las floraciones adecuadas y la cosecha mejoró.

“El precio está muy bajo, es hasta una falta de respeto 12 pesos, 14 ó 18 pesos por kilo, con ello no sacamos ni para la gasolina de los viajes para ir a ver a las abejas ni el sudor o los piquetes de las abejas ni las pasadas de hambre; no es justo.

“Nosotros este año empezamos a ver cómo venderla lo más directo al comprador, a venderla en botella, es mejor, porque sabemos que la botella se vende en 90 pesos el litro; no es justo que nos paguen a 12 ó 18 pesos; estamos abiertos a trabajar nuestras cosechas de la manera más directa posible, que vean nuestro trabajo, que no usamos químicos, mantenemos al margen a la hormiga y a la varroa y el escarabajo con el orégano, nos ha funcionado muy bien y mire mis cuadros, tienen miel”, dijo Nelsy Santiago Pacheco.

Con la sonrisa en los labios y con entusiasmo la mujer de 42 años dijo que, en esta última cosecha, hicieron divisiones para encauzar a las abejas a que tengan una reina y las respetarán para no cosechar nada, hasta que vuelva a ser tiempo de floración.

“La frontera”

Relató que cuando es tiempo de lluvias las abejas no pecorean, se guardan y es cuando se alimentan de la miel, es por ello que no se recomienda cosechar en esa época.

“Las abejas ha sido un trabajo que nos ha gustado mucho y nos ha dado satisfacción, vivíamos en una casa muy humilde, pero a partir de las abejas hemos prosperado, hemos mejorado. Mi esposo trabajaba sólo de hojalatero y yo me dedicaba a cultivar flores, así crecí a mis hijos, pero las abejas me gustan mucho y hasta mi nieto quiere sus abejas.

“Mi esposo sigue en la hojalatería, pero las abejas también, las atendemos con agua y las intercalamos, nos capacitamos y estamos al pendiente. Mi apiario se llama ‘La frontera’, está en los montes altos que hacen frontera con Nachicocom, Yokdzonot y Libre Unión, yo no puedo cruzar del ejido, pero mis abejas sí”, dijo sonriente.

Agregó que han aprendido a trabajar con el polen, la jalea, la misma miel y hasta los han felicitado por el manejo que tienen por parte de la Universidad de Chapingo.

Venta directa

“Esta cosecha ha sido buena, logramos cuadros de 5 kilos, eso es muy bueno; el objetivo es vender nuestra miel lo más directo que se pueda, que se valore el trabajo que hacemos”, dijo.

La familia trasladó el extractor a la casa para repararlo y terminar de cosechar, antes de que cayera la lluvia.

Recordaron que la apicultura es una actividad que requiere de constante inversión; si bien les impulsaron con la inversión inicial de poco más 200 mil pesos, ahora ellos deben mantener y crecer sus apiarios, mantener a las abejas saludables y ver una mejor forma de comercialización.

Al igual que esta familia, miles de productores en el Estado se encuentran en las últimas cosechas de la temporada pero con un precio desplomado.

(Verónica Martínez)