Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
“Cruzarse” es término de antro, de burdel, de fiesta “rave”. Ha estado en Yucatán desde hará unos 50 años y hoy se sigue empleando libremente para indicar que quien practica ese “cruzamiento” pretende buscar un efecto sicótico bebiendo licor mientras está drogado.
Es extraño que no recoja el término el Dr. Güémez. Quizás por no ser yucatequismo nato. No lo es, ciertamente, pero como si lo fuera, por su constante uso en nuestra habla coloquial.
Tampoco el DRAE dice nada al respecto. En cambio, el perspicaz Mtro. Rodríguez Cimé, aunque no registra el verbo, sí el adjetivo correspondiente:
Veamos:
Cruzado (Palomillas): Estar intoxicado con alcohol y marihuana.
Por pura curiosidad, analizamos el Diccionario de Santamaría, sin hablar la menor huella de lo que es “cruzarse” o “cruzado”.
Ejemplo:
-Mírtilo… ¿Por qué te estás vistiendo a esta hora? Son las diez de la noche, amor.
-¿Y qué…? ¿No puedo ponerme elegante para salir a la calle? Tengo que ver un asunto importante… ¡Y tú vienes conmigo!
-¿Yo? ¿De qué atole? ¿Pues vamos a la sinfónica?
-No seas bruta, Mírtila. ¡Vamos al Seguro, mujer…!
-¿Qué? ¿Pues pasó algún accidente? ¡Contéstame, buey!
-Bueno, la verdad es que hay que sacar a Mirtilín de ahí. Un poeta amigo me ha informado que se “cruzó” y lo internaron.
-¿Se cruzó? No entiendo una jota de tu jerigonza…
-¡Hombre! Que se fumó dos porros de marihuana y luego se echó unos tragos… ¡Eso es “cruzarse”!