El proyecto de NOM 001 Semarnat, que endurecerá las reglas para la descarga de aguas residuales, reconoce la vulnerabilidad de los humedales y del suelo kárstico de Yucatán, así como los atractivos turísticos de las cavernas y cenotes, pero no contempla controles de nitrógeno en el caso de las granjas porcícolas ni la opción de descargar el agua en el manto salino, explicaron fuentes del sector ambiental.
POR ESTO! publicó ayer que la Semarnat se encuentra en la fase deliberativa para modificar la NOM 001 Semarnat 1996, ya que la autoridad ambiental reconoce que es obsoleta.
Se recordó que el proceso de modificación comenzó el 5 de enero del 2018, cuando se puso en consulta pública para comentarios, hasta el 6 de marzo del mismo año.
El proyecto de norma reconoce los humedales y el suelo kárstico de Yucatán como vulnerables y también el riesgo de contaminación por la filtración de aguas y desechos.
“Que los humedales son un eslabón básico e insustituible del ciclo del agua y estratégicos para nuestro país por su riqueza biológica y los servicios ambientales que proveen. Son vulnerables a la contaminación proveniente de las descargas de aguas residuales, la cual causa pérdida de hábitat, erosión, sedimentación e introducción de especies exóticas. Los humedales son aguas superficiales o de poca profundidad y baja capacidad de dilución por lo que requieren condiciones particulares de descarga.
“Que los ecosistemas kársticos tienen un elevado valor de uso por su contribución en el abastecimiento de agua, por sus formaciones naturales características que los hacen atractivos para la actividad turística proveyendo empleo e ingresos para la población local y por constituir un hábitat de flora y fauna endémicas. Sin embargo, la característica permeable y de rápida filtración de sus rocas hace que este ecosistema sea muy vulnerable a la contaminación proveniente de las descargas de aguas residuales y a la contaminación directa de los acuíferos”, justifica el proyecto de norma.
Magnitud del problema
De acuerdo con las fuentes consultadas, el reconocimiento de la autoridad de la vulnerabilidad del suelo en Yucatán le permite apreciar la magnitud del problema y lo urgente que es contar con una regularización actualizada.
“Con este proyecto de NOM no es necesaria una excepción para Yucatán porque se reconoce la vulnerabilidad del suelo, reconocen la actividad turística de los cenotes y que es una condición especial. Desaparecen el riego agrícola y maderable, y son riegos a áreas verdes con nuevos parámetros, es decir, desaparecen los DBO5 y ahora será la DQO (demanda química de oxígeno) un indicador mucho mejor, es muy favorable”, comentaron.
El Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía ha informado en la última semana que las granjas porcícolas de escala comercial de Kekén y sus aparceros se cobijan en la NOM 001 en la modalidad de riego agrícola en pastos y maderables para decir que cumplen al verter las aguas residuales de las granjas.
Sin embargo, esas aguas van cargadas de altos niveles de nitrógeno, DBO5, sólidos suspendidos totales y fósforo, que al “regarlo” se filtra en esa suelo kárstico de Yucatán y llega al manto acuífero, de donde se obtiene el agua de uso humano en la región.
Ahora la DQO
La cabeza de sector en materia ambiental ha dicho que la norma será más rigurosa y ahora en la modalidad de riego en áreas verdes se debe monitorean la DQO, que es la medida del oxígeno consumido por la oxidación de la materia orgánica e inorgánica en una prueba mensual, la cual no debe superar los 60 miligramos por litro.
“Las condiciones de descarga en suelo, para riego en áreas verdes ahora debe cumplir la DQO, ya no existe el DBO, lo cual eleva la rigurosidad, es mucho mejor”, explicaron.
Hoy las granjas porcícolas se ubican en promedio en 9 mil a 10 mil miligramos por litro de la DQO, así que deberán adaptarse para el promedio mensual sea de 60.
¿Y el nitrógeno?
Pero aunque se endurece el indicador de la DQO, en materia de nitrógeno no hay cambio.
“Lo que mantienen sin cambio es que los niveles de nitrógeno seguirán sin ser controlados y por nuestro suelo debe haber un máximo, un nivel, por eso es importante que si la autoridad está deliberando, consideren que el nitrógeno se filtrará en nuestro suelo y se requiere de una condición especial para esto.
“Tampoco hay niveles para fósforo y lo ideal es que haya una condición especial que permita controlar los niveles de nitrógeno y que el agua ya tratada se lleve al manto salino en un pozo de más de 80 metros”, dijeron.
Resaltaron que cumplir con la DQO eleva el nivel de exigencia, pero deja fuera el nitrógeno.
¿Y mientras tanto?
El proyecto de NOM en fase deliberativa aún llevará un tiempo para su publicación, por lo que los expertos se cuestionaron qué ocurrirá mientras se oficializan los cambios.
(Verónica Martínez)