Rafael Osorio Hurtado nació el 29 de agosto de 1936 en Tenabo, Campeche. En 1944 comenzó su educación primaria en su pueblo natal; en 1952 obtuvo una beca para estudiar en la Escuela Normal Rural de San Diego, Tekax, Yucatán, donde se titula como maestro normalista; destacó en las actividades deportivas y culturales, no sólo en esa escuela sino a nivel estatal.
A inicios de los años setenta ingresó a la Normal Superior de Yucatán, donde se tituló como Maestro en Psicología Educativa y Orientación Vocacional.
El 1o de septiembre de 1958 inició su carrera como maestro de educación primaria frente a grupo en X-Cocmil, municipio de Tekom, como fundador de la Escuela Rural Federal “Ramiro Carrillo Solís”; al año siguiente laboró en la Escuela Primaria Federal “Cuauhtémoc”, ubicada en Yokdzonot, municipio de Yaxcabá, y posteriormente en Temax y Buctzotz, Yucatán y sus correspondientes comisarías, en las que desarrolló actividades de alfabetización, mejoramiento comunal y deportivas, así como el rescate de las manifestaciones culturales propias de los lugares.
De febrero de 1960 al 31 de noviembre de ese mismo año fue invitado a desempeñarse como maestro de actividades recreativas y deportivas de la Misión Cultural Motorizada Núm. 06 que atendía los municipios de Suma de Hidalgo, Motul, Muxupip y sus respectivas comisarías. Después de conocer a fondo el sistema de las misiones culturales decidió dedicarse de lleno a la atención y alfabetización de los adultos en las zonas indígenas de Yucatán, su estado adoptivo.
El primero de enero de 1962 fue nombrado jefe de la Misión Cultural Motorizada Núm. 06, cargo en el que se desempeñó hasta el 30 de septiembre de 1973.
Efectuó trabajos intensivos de desarrollo rural integrado en Opichén, Muna y Santa Elena. Como parte de esos trabajos, y con la participación activa de los habitantes de Opichén, promovió la construcción de la carretera Muna-Opichén y la construcción de un local para la instalación de una clínica de salud rural. También se encargó de promover la reparación y restauración del palacio municipal de arquitectura colonial, con la participación de la Misión Cultural, autoridades municipales y ejidales y Gobierno del Estado. Promovió la instalación y fundación de tres escuelas primarias: la Escuela “Felipe Carrillo Puerto” en la colonia del ese nombre de la villa de Muna; la Escuela José María Morelos y Pavón de Opichén y otra con este mismo nombre en Santa Elena.
En Calcehtoc, coordinó trabajos de desarrollo rural en la comunidad y promovió turísticamente las grutas de Calcehtoc.
Del 5 de mayo de 1965 al 30 de junio de 1966 se instaló con los miembros de la Misión Cultural Motorizada Núm. 06 en la población de Ucú, Yucatán, desde donde también se atendía las comisarías del municipio de Mérida: Caucel, Dzityá, Chablekal, Komchéen, Sierra Papacal, Santa Cruz Palomeque, Dzununcán, San José Ttzal, Molas, Tzacala, San Pedro Chimay, San Ignacio Tesip y Tahdzibichén; en todos estos lugares hizo una campaña intensiva de alfabetización.
De septiembre de 1966 a junio de 1967, en Yaxcabá y Sotuta y las comisarias de Zavala y Tixcacal Quintero, coordinó trabajos de desarrollo integral y una campaña intensiva de alfabetización. De septiembre de 1967 a junio de 1968 se instaló la misión cultural en Tixcancal, municipio de Tizimín y las comisarías de Chan Cenote, Dzonot Presentado, San Luis Tzuctuc, San Pedro Juárez, Kabichén, Dzonot Aké, Chun Corral, Santa Elena, San Antonio y Dzonot Carretero, donde también instrumentó una campaña intensa de alfabetización y donde después del paso del ciclón Beulah, promovió y vigiló la construcción de más de 100 casas que fueron destruidas, así como los caminos rurales en esa región.
De septiembre de 1968 a junio de 1969 en Dzoncahuich encabezó campañas de educación y desarrollo rural y también en las comisarías de Chacmay, Kauaca, ex hacienda Chenché de las Torres y Santa María Cansahcab. En ese entonces promovió la construcción de la carretera Temax-Dzoncahuich.
De 1969 a 1970, en Maxcanú y Halachó, desarrolló intensa campaña de alfabetización y promoción del campo rural, lo mismo que en las comisarías de Chanchichimilá, San Bernardo, Granada, Paraíso, Cepeda, Acú, Sihó y Cuchholoch.
En 1970, la Misión Cultural Motorizada Núm. 06 se transformó en la Misión Cultural Núm. 96, que quedó bajo su cargo.
De 1971 a 1972 trabajó en Tzucacab, Dzi y Caxaituc en campañas de alfabetización y desarrollo integral de las comunidades, así como en Sacbecan, Nohbec, Blanca Flor, El Escondido, Corral, Polhuacxil y Xcobiacal, Peto, lo mismo que en Catmís, Tzucacab.
Los misioneros culturales procuraron la introducción de energía eléctrica y construcción de pozos profundos en comunidades marginadas, así como también la construcción de 80 kilómetros de carreteras rurales o caminos de obra de mano, gestionaron créditos para grupos campesinos, etc.
De octubre de 1973 a septiembre de 1977 se desempeñó como supervisor de las Misiones Culturales Rurales: en Yucatán, la Núm. 96 ubicada en Tzucacab; en Quintana Roo, la Núm. 36, instalada en ese entonces en Noh Bec; la Núm. 56 en Chacchoben; la núm. 103 en Ucum; la 125 en Sabán; la Núm. 126 en Tihosuco; la 139 en Nuevo Xcan y la Núm. 181 en Kantunilkin; además supervisó cinco aulas rurales móviles y dos salas populares de lectura en las comunidades de Cacao, Sabidos, Botes, Rovirosa, Sergio Butrón Casas, Obregón, Dzula, Laguna Kaná, etc., todas estas del vecino estado de Quintana Roo.
Del 27 de septiembre de 1977 a junio de 1978 fue nombrado representante estatal de Educación a Grupos Marginados en el estado de Campeche; de junio de 1978 a septiembre de 1980 desempeñó el cargo de jefe del Departamento de Educación para Adultos de la Secretaría de Educación de esa entidad.
Del 10 de octubre de 1980 al 31 de diciembre de 1981 fue nombrado subjefe del Departamento de Educación Indígena de la Delegación de la Secretaría de Educación Pública en Quintana Roo, y del 7 de enero de 1982 al 13 de abril de 1983, como jefe de ese mismo departamento. A partir del 4 de mayo de 1983 fue nombrado jefe del Departamento de Educación para Adultos de la Unidad de Servicios Educativos a Descentralizar de la SEP en Quintana Roo.
De regreso en Yucatán fue nombrado director del Centro Coordinador Indigenista del Instituto Nacional Indigenista con cabecera en Peto, Yucatán, cargo que desempeñó del 10 de marzo de 1984 al 31 de enero de 1985.
Del 7 de julio de 1988 a la fecha se desempeñó como supervisor de la zona núm. 01 de Misiones Culturales y tuvo a su cargo las misiones culturales rurales Núms. 5, 8, 96, 147 y 187, que han prestado sus servicios en los municipios de Tecoh, Bokobá, Cacalchén, Muxupip, Chicxulub, Ixil, Chichimilá, Chemax, Buctzotz, Mama, Sudzal, Sacalum, Teabo, Chumayel, Sitilpech, Izamal, Tekal de Venegas, Sotuta, Tunkás, Dzitás, Tepakán, Teya, Halachó, Cenotillo, Tixkokob y varias comunidades de esos municipios, entre otros.
También supervisó las salas de lectura Núms. 48 y 49 que funcionan en Caucel y Chablekal del municipio de Mérida, Yucatán.
Durante su vida laboral desarrolló investigaciones en pro de la cultura, el deporte, el turismo y el desarrollo rural.
Promovió e inició las primeras exposiciones agrícola y ganadera en Kantunil, Quintana Roo y la Primera Exposición Agrícola, Ganadera, Industrial y Artesanal en Tzucacab, Yucatán. Fue vicepresidente de la Asociación Civil de ex alumnos de las escuelas rurales de México y miembro de la Asociación Civil Cultural “Kuxa’ano’on A. C.”, foro permanente sobre historia y política indígena. Recibió la Medalla Rafael Ramírez Castañeda por 30 años de servició; en 1998, la Medalla “Altamirano” por 40 años de servicio. En 2009 recibió la Medalla “Pablo Moreno” por 50 años al servicio de la educación.
En mayo de 2010, el Gobierno del estado de Yucatán, le otorgó un reconocimiento por su trayectoria y le otorgó el nombramiento de Maestro Distinguido 2010; fue el primer misionero cultural en recibir esta distinción, luego de que fue propuesto por el Colectivo de Pensadores Mayas “Felipa Poot Dzul”.
En 2015, el maestro Rafael Osorio Hurtado cumplió 57 años de ejercer el magisterio en la península de Yucatán.
Finalmente es obligado asentar que don Rafael Osorio Hurtado apoyó, desde su surgimiento, al Diario POR ESTO!, del que fue entusiasta promotor y colaborador, pues tenía en alta estima a nuestro Director General, Periodista Mario Renato Menéndez Rodríguez, a quien conoció desde la heroica revista POR QUÉ!