Yucatán

Un fuerte aguacero que bañó ayer la ciudad durante más de seis horas afectó las actividades de miles de meridanos, propició el cierre anticipado de cientos de comercios en el Centro de la ciudad, colapsó el drenaje pluvial, una vez más, y ocasionó demoras en el servicio de transporte público de pasajeros.

Las actividades civiles y religiosas programadas al aire libre se suspendieron.

En la zona Centro, poco antes de las siete de la noche, cientos de comercios ya habían cerrado sus puertas; por su parte, los ambulantes levantaron sus mercancías y se retiraron ante la persistente llovizna.

Alrededor de las 4 de la tarde comenzó a caer la lluvia, lo que motivó que cientos de meridanos apuraran el paso para abordar autobuses y taxis colectivos, que por cierto presentaron retrasos en sus corridas y provocaron largas filas de personas que esperaban su unidad, así como a transeúntes que tuvieron que sortear charcos de lodo, luego de que rebozaron los pozos pluviales.

A eso de las siete y media de la noche, varias pipas acudieron a desazolvar pozos recolectores en las inmediaciones del mercado Lucas de Gálvez.

El tránsito en la ciudad era a vuelta de rueda.

En el Poniente de la urbe hubo calles con enormes encharcamientos, sobre todo en la avenida Juan Pablo II con 102, cerca de la gasolinera y en el entronque con la colonia Francisco I. Madero.

En colonias como Xoclán Rejas, Portillo y la Mulsay se también reportaron encharcamientos; lo mismo ocurrió en la zona Oriente, sobre todo en las colonias Avila Camacho, Mayapán, Vergel, San José Oriente y Los Reyes, por citar algunas.

En la zona Norte de la ciudad no se reportaron calles inundadas; empero, en el Sur y en el Centro, una vez más, el sistema de drenaje funcionó en forma deficiente.

La lluvia continuaba cayendo hasta después de las 10 y media de la noche, aunque con menor intensidad.

(José Manrique)