Texoxe es una palabra en náhuatl que significa bruja y la consideraban bruja porque se atrevía a defender a su pueblo frente a la conquista española. Entonces la utilizo para mi escuela, la Casa Texoxe, porque realmente para mí el bordado es como defendernos de la conquista, como defender las tradiciones más importantes a través del bordado.
Eso dijo ayer la Mtra. Maira Acosta Ramírez al ser entrevistada en su escuela Casa Texoxe ubicada en la calle 72 No. 418 A del centro. Teléfono: 01 999 432 9461.
-¿Cuándo surge el bordado en México?
-De acuerdo al libro “El bordado yucateco”, antes de la conquista había uno muy sencillo llamado puntada satín o punto pasado plano (chuuy k´ab, bordado de mano), se elaboraban con agujas de hueso o madera, y también se usó el bordado para rematar las orillas de los vestidos llamados hipiles, pero varias de las técnicas de bordado que se conocen hoy las trajeron los conquistadores, pero lo trajeron como una forma decorativa, y trajeron también las agujas de metal, las tijeras y los bastidores. Después muchas comunidades adoptaron esas técnicas de bordado pero lo usan para continuar sus tradiciones y contarnos sus historias, no las que nos trajo la colonización, sino sus tradiciones más antiguas, sus vivencias y su cosmovisión sobre todo.
-Maestra, ¿usted que estudió?
-Estudié Diseño de Modas, también estudié Artes Visuales, mi especialidad es Artes Camarográficas, soy fotógrafa y tengo una Maestría en Educación.
-¿Y cómo es que empezó usted a enseñar esto?
-El bordado lo empecé a enseñar porque como fotógrafa estuve trabajando con diferentes comunidades indígenas, y vi que había mucha discriminación; entonces trabajé con proyectos contra la discriminación, y también ellos mismos me enseñaron algunas puntadas de bordado. Entonces por eso ahí me di cuenta que en las comunidades el bordado no sólo es decorativo sino nos puede contar mucho de ellas.
-¿Desde cuándo existe esta Casa Texoxe?
-Ya va a cumplir 4 años. Incluso ahorita tenemos alumnas que vinieron para un campamento, porque es el segundo año que se hace el campamento de bordado en Mérida: tenemos gente que viene de Monterrey, del Estado de México, de Puebla, tenemos también gente local.
-¿Cuántas alumnas tiene ahorita?
-Ahorita tengo 10, para el campamento siempre tengo solo 10.
-¿Cuántas puntadas les enseña?
-Casa Texoxe siempre funciona con diferentes clases de bordado. En este campamento específico damos 4 clases de bordado mexicano, entonces vemos punto de cruz, que es el de Yucatán. También vemos pepenado que es del centro del país, de Puebla y de Querétaro, vemos deshilado que es de Aguascalientes, y vemos el bordado otomí, que es de Hidalgo y también se conoce como bordado de Tenango y pata de gallo.
-¿Son difíciles o son fáciles?
-Digamos que todos tienen su complejidad, pero con dedicación todo se puede aprender.
-¿Cuánto dura una clase?
-Son cuatro horas diarias.
-¿En una clase pueden aprender un tipo de bordado?
-Sí. De hecho el campamento está pensado para que cada día aprendan una técnica diferente. Solo hay una técnica que ocupa dos días, se llama deshilado, y es más complejo.
-¿Cuántos tipos de bordado sabe, maestra?
-Pues sé los de muchos lugares, por ejemplo, el mazahua, que es de otra comunidad del Estado de México, sé variantes del punto de cruz, que es como trenzado, sé puntadas que yo les digo universales porque se ven en muchas partes del mundo.
El hermoso bordado de culebra
-¿Cuántas tiene Yucatán?
-En Yucatán la más conocida es el punto de cruz. Está uno que es de culebra, que es hermoso, lleva no una, sino 6 puntadas y es de los que están casi en peligro de extinción; está el de máquina, la que mucha gente no le da el valor que necesita, pero el bordado de máquina es muy laborioso y muy difícil de controlar, y hay otro que es una especie de deshilado. Entre los muchos que hay en Yucatán estos son los más importantes.
-¿Entonces hay más?
-Sí.
-¿Cuántos habrá?
-Menos de 10, pero es un Estado nada mas. Imagínese en todo el país cuántos habrá. Aquí yo conozco una artesana que es amiga mía que se sabe varios bordados tradicionales, entre ellos el de la culebra, y para que ella lo supiera hacer le hicieron un ritual sus abuelos con una culebra. Entonces el bordado siempre, aparte de ser decorativo, tiene mucha magia.
-¿Qué otros Estados tienen muchos bordados?
-Está Oaxaca, que también es un Estado que tiene muchísimos municipios, y cada pueblo tiene una puntada diferente y un traje típico diferente.
-¿Qué les está enseñando ahorita a sus alumnas?
-Les estoy enseñando el punto de cruz, y les estoy platicando que la variante del punto de cruz de Yucatán es la que hacen los tenek de San Luis Potosí, en la huasteca potosina, y esa variante del punto de cruz ellos también la hacen trenzada.
-¿Cuánto tiempo lleva inmersa en el bordado?
-Como 6 años, porque primero fui fotógrafa, y después empecé a darle al bordado la importancia que se merece.
-¿Para qué aprenden bordado sus alumnas, se van a volver maestras en sus Estados?
-Algunas lo hacen para su conocimiento propio, para sus actividades. Tengo alumnas que vienen de una universidad de Monterrey a aprenderlo, entonces a ellas como estudiantes de diseño de modas les queda para sus proyectos escolares o a lo mejor cuando se gradúen para sus colecciones de modas.
-¿Cuánto cuesta un curso, maestra Mayra?
-Tengo diferentes cursos. Tengo uno que cuesta 500 pesos la sesión de 4 horas, en la que les incluyo los materiales, y tenemos este campamento en el que a las personas que vienen de fuera se les cobra con hospedaje, entonces de estos campamentos tenemos desde $3,800 a $2,500 dependiendo de lo que incluya.
Método para muchas cosas
-¿Para qué más sirve el bordado?
-Para mí el bordado es algo que nos sirve para comunicarnos, para expresarnos, yo lo uso como arte, porque me sirve como me sirve la fotografía: No solo para contar historias, sino también para denunciar, para demostrar cariño. El bordado habla sobre nosotros.
-Y también de alguna forma ayuda, porque como que sirve para superar el estrés, ¿no?
-Pues una vez me tocó escuchar a una bordadora oaxaqueña que dijo que a ella se le murió su único hijo y que el bordado, aunque no nos dábamos cuenta, el bordado lleva nuestra sangre, nuestras lágrimas, y el bordar es para no volvernos locos, porque realmente es una terapia increíble el bordar, porque así como hay métodos de meditación, yoga y todas esas cosas, el bordado es un método más. Y sobre todo cuando le damos un bordado a alguien, lo estamos bordando con todo nuestro amor, con todo nuestro cariño; entonces a veces la gente solo dice: Ay, es una blusa bordada, pero no piensan todo el amor que hay de las bordadoras en hacer su trabajo.
El don del dios de la serpiente
-¿Cómo se llama la bordadora que le hizo la puntada de culebra?
-Doña Fidelia Góngora, es artesana.
-¿Qué le contó sobre sus abuelos?
-Doña Fidelia me dijo, textualmente: “Se dice que la puntada de xmanikbeen es una puntada muy antigua que se hace con 6 diferentes puntadas. Cuando era muy chica y traviesa, mi abuelo y mi abuela decidieron que me tenían que hacer el ritual de la costura, porque ellos eran personas que hacían diferentes ofrendas. Entonces hicieron un ritual en la milpa para que yo pueda tener un don, y por ser muy traviesa me hicieron tocar una culebra 9 veces de la cola a la cabeza para que yo tenga el don de la enseñanza y la sabiduría.
Se dice que el día que nosotros nos tengamos que morir Dios nos pedirá mostrar que sí sabemos la costura y nos dará un pedazo de tela e hilos, y las personas que costuran pasarán al cielo y a las que no lo saben hacer las mandará por otro lado, porque cuando uno muere ese día regresará (devolverá) el don que Dios nos dio: El don del dios de la serpiente, porque me dijo mi difunta abuela que xmanikbeen significa la piel de la serpiente”.
(Roberto López Méndez)