Hombres de mar transmiten experiencias a hijos
PROGRESO, Yucatán, 4 de junio.- Este es un mes malo para el sector pesquero (al igual que el pasado mes de mayo), pero la pesca debe continuar, en espera que ésta mejore, por el bien de los hombres de mar.
Don Aurelio Osorno Lira, conocido en círculos pesqueros como “La Garza”, de 74 años, de los cuales más de 60 se ha dedicado a la pesca, hoy armador pesquero de la vieja guardia prácticamente galardonado el pasado 1 de junio, en el Día de la Marina Nacional, con su reconocimiento de manos del Gobernador del estado Mauricio Vila Dosal.
Transmite sus experiencias a su hijo Jorge Alberto Osorno Castro, quien es uno de sus herederos con el cual diariamente trabaja, pero no sólo comparte el trabajo, sino también su reconocimiento.
En el pesquero Francisco Villa, de lo que debe tener un armador de barcos, como un estrecho contacto con el patrón de costa, con quien se hacen cuentas después de le descarga de la embarcación pesquera, después de la pesada del producto se traslada a la congeladora se procede a la liquidación de la pesca de la jornada en altamar.
El patrón, con base a la producción de su jornada pesquera liquida los gastos generados por el pesquero y se prepara para la siguiente salida del barco.
Parte del éxito del armador está en la confianza de su patrón de costa, quien tiene un compromiso con quien le da el barco y debe evitar que se realice el “guatero” (comercializar el pescado antes den entrar a su base), que es Yucalpetén el patrón debe ser leal al armador, quien es quien le ofrece empleo.
Para que salgan los gastos de estos 18 días en altamar el tiempo no te permite trabajar debido a los malos tiempos que nos afectan por lo cual cuando menos deben salir para los gastos, de operación del pesquero en sus casos sus cuatro embarcaciones son de alijos los cuales llevan de 10 a 14 pescadores más el patrón y motoristas, que son las familias para los que los hombres de mar.
Este aprendizaje se pasa de generación, tal es el caso de Don Aurelio, quien a lo largo de más de seis décadas fue pescador primero, después fue patrón de costa y finalmente armador de barcos; ahora tiene cuatro pesqueros, que son parte de su patrimonio.
(Julio Jiménez Mendoza)