VALLADOLID, Yucatán, 6 de junio.- Los años no impiden, en muchos casos, ver trabajar al hombre. Un ejemplo de trabajo de constancia y de deseos de sobrevivir y de ser todavía útil, lo es el Sr. Víctor Dzib Balam, más conocido como “Jovenazo”, pues a sus 82 años de vida todavía sale a vender sus chinas, piña picada, mangos y demás frutas para los jóvenes, niños y personas que les gusta comer de estas frutas así preparadas.
En charla con este personaje, nos dijo lo siguiente: “Durante mi vida, he hecho prácticamente de todo tipo de trabajos, se podría decir que soy un “Mil Usos” vallisoletano. De joven fui agricultor, trabajador en la milpa, haciendo los trabajos del campo, sembrando cosechando, quemando el campo para la siembra, etc. Fui también perforador de pozos en las épocas en que la gente de esta ciudad y de las comisarías hacía sus pozos en sus casas para extraer el agua para su consumo y demás necesidades diarias.
Fui también, por muchos años, trabajador del Ayuntamiento, laboré como barrendero, por lo que me pensionaron, sin embargo, no dejo de trabajar a diario, a mediodía salgo a vender mis chinitas y demás frutas en las calles de la ciudad, aunque mis hijos me dicen que no salga, yo siempre salgo me gusta sentirme útil todavía, y ganar mis centavitos para comprarme mis cosas”, finalizó diciendo.
Así vemos a don Víctor Dzib Balam, el popular “Jovenazo”, ofreciendo sus frutas por las calles de esta ciudad a la gente, a sus 82 años todavía trabaja para sentirse útil, aún, como el mismo dice, ganando sus centavos allí dejamos a este hombre trabajador, desde su juventud hasta nuestros días es un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones.
(Manuel Vázquez Rivero)