Yucatán

La réplica

Por Jesús Solís Alpuche

La Secretaría de Desarrollo Sustentable, la Fundación del Empresariado Yucateco, la Cámara Nacional de Comercio, el Centro Mexicano para la Filantropía y el Comité Promotor de la Responsabilidad Social (del Desarrollo Económico neoliberal, seguramente) entregaron a la Empresa porcícola “Kekén” el distintivo, por octava ocasión, como ESR. “Empresa Socialmente Responsable” el día 18 de mayo.

El 5 de junio, designado internacionalmente como fecha mundial para la defensa del medio ambiente, integrantes de varias organizaciones de la Sociedad Civil acompañaron a la comunidad de cenoteros de Homún “Kanan Dz’ono’ot” y al Consejo Maya del Poniente de Yucatán Chikin Já” de Kinchil, a un Bando de entrega de otro tipo de reconocimiento, el “EPRC” Empresa Peligrosamente Racista y Contaminante, en réplica al reconocimiento neoliberal, a la misma “Kekén”. Re-conocimiento que se extiende “con menciones vergonzosas a sus colaboradores tóxicos”.

El Distintivo ESR, que entre otras empresas yucatecas recibió Kekén en el Expo Foro ambiental, el 18 de mayo pasado, de manos del gobierno y empresariado neoliberal, es otorgado, a empresas que supuestamente han demostrado cumplir satisfactoriamente con los estándares establecidos en los ámbitos estratégicos de la Responsabilidad Social Empresarial. Y, debe evaluar aspectos de ética empresarial, calidad de vida en la organización, vinculación con la comunidad y el cuidado y la preservación del medio ambiente.

Según notas publicadas, por octavo año consecutivo Kekén logra este distintivo al lograr altos índices de desempeño en indicadores como: clima laboral, equidad de género, medidas adicionales de cumplimento ambiental, educación ambiental, beneficiarios por los programas sociales entre otros. Y para lograr este distintivo fueron evaluadas 3 plantas procesadoras, 3 plantas de alimentos, 500 tiendas Maxicarne y todas las granjas del grupo.

En esa relación pública Claudio Freixtes, Director General de Kekén, afirmó que: “Además del empleo y el impulso económico, Kekén busca tener impactos positivos en las comunidades donde estamos presentes. La responsabilidad social empresarial debe darse tanto al interior como al exterior de las empresas. Sólo logrando una relación ganar-ganar podrá darse un desarrollo equitativo no sólo en Yucatán sino en todo el país”.

Kekén forma parte de las 21 empresas yucatecas en recibir este distintivo quienes, dicen, han demostrado su compromiso por construir un mejor Yucatán, formando en conjunto el Comité Promotor de la Responsabilidad Social Empresarial – AliaRSE por Yucatán.

Frente a esta visión empresarial de desarrollo protegido por el gobierno neoliberal y conservador, viciado y sostenido al margen del proyecto de la 4ª.Transformación del país, está la inconformidad de nuestros grupos sociales que consideramos es un modelo sostenido en complicidades, inducido a la violencia en materia del derecho de los pueblos mayas y la injusticia ambiental; por lo que es urgente enfrentarlos, exhibiéndolos como son y cómo se promueven a espaldas de nuestros pueblos y su libre determinación.

El proyecto de desarrollo que promueve Kekén es una industria de gran escala de cerdos a través de mega granjas con producción intensiva de más de 200 mil cerdos al mes. Una producción exagerada que necesita de millones de metros cúbicos de agua mensual. Esta extracción de tal cantidad de agua pone en riesgo todo nuestro ecosistema de vida. Además, lo hacen porque se han impuesto sin consultarnos como pueblo maya, sin respetarnos. Esto para nosotros es racismo y discriminación. La enorme extracción de agua que necesitan sacar del subsuelo, para su desarrollo industrial y alcanzar con su producción los mercados internacionales, para nosotros no representa ningún beneficio, sino empobrecimiento, depredación y muerte. Esto con el visto bueno de las autoridades que deben vigilar la conservación y la defensa del medio ambiente y el acuífero.

Por eso nuestro Re-conocimiento de hoy no es sólo para Kekén. Sino también para los políticos, gobiernos, tribunales, jueces y empresas que en complicidad colaboran con ellos, encubriendo el daño a la vida que ocasionan en la Península.

El Consejo maya del Poniente de Yucatán Chikin Ja, hace pública denuncia, incluso que Kekén insiste en extender sus dominios en el ejido de Kinchil, usando a pequeños grupos de ejidatarios y personeros muy identificados para crear la división entre los ejidatarios de Kinchil, con falsas expectativas de comprar sus derechos a las tierras, que, por ser de uso común, son intransferibles.

En el documento que se les dejó frente a sus oficinas, porque nadie salió a recibir, junto con dos garrafones de agua y su respectivo contenido de excretas, que demuestran el grado de contaminación que niegan con sus acciones, justifican con los reconocimientos y dádivas que, en conjunto con los presidentes municipales de otros municipios, reparten entre los pobladores, para compensar su alto grado de real contaminación e irresponsabilidad con la salud de las comunidades donde se asientan y desempeñan.

Sayda Rodríguez, el gobernador Mauricio Vila y hasta el ex gobernador Rolando Zapata fueron calificados como colaboradores tóxicos. Por el distintivo de “Empresa Socialmente Responsable” a Kekén; el entonces CDI e Indemaya respectivamente, por sus omisiones frente a la evidente violación al derecho a las consultas al pueblo maya y por su silencio cómplice; al encargado de Profepa José Lafontaine, quiso indebidamente castigar la defensa de los derechos humanos y, como represalia intentó clausurar los cenotes de quienes encabezan la defensa del agua del pueblo de Homún. Para concluir, en el documento se les reconoce y señala a Kekén y sus socios, como una amenaza para la vida en la Península y de ejercer violencia sobre los derechos del pueblo maya. Al violentar su derecho a la autodeterminación.

chantzacan@hotmail.com