Con el nuevo Reglamento de Protección al Ambiente y Equilibrio Ecológico del Municipio de Mérida se han sentado las bases para controlar el exceso de ruido, aunque falta mucho por hacer, sobre todo ver que se cumpla, señalaron ayer vecinos de Centro, quienes lucharon para que se reformara esa norma.
Como se sabe, el problema del ruido en Mérida, principalmente el que emiten algunos negocios, afecta a quienes moran en el Centro Histórico.
Recién el Ayuntamiento de Mérida aprobó las reformas a dicho reglamento que, según se dijo, tiene el objetivo de propiciar una convivencia armónica, además de que se ha expuesto que fue producto del consenso con los diferentes grupos de la sociedad.
Ahora bien los vecinos, que pidieron el anonimato, señalaron que comparado con lo que se tenía de normativa las reformas al reglamento son un avance importante, pero ahora el principal problema que ven es la socialización y cumplimiento de la norma.
Personal insuficiente
Primero, para que se conozcan los límites establecidos y la forma en que se hará que se respeten, pues se sabe que la Dirección de Desarrollo Urbano puede no contar con el personal suficiente, además de que surge la pregunta de cómo se vigilará que los negocios no rebasen los límites permitidos y afecten a los vecinos.
Se sabe que de algunos años a la fecha ha crecido el número de negocios, como bares y cantinas en el primer cuadro, lo mismo que ha llegado mucha gente de otros lugares a vivir aquí, principalmente extranjeros, quienes se vieron afectados por el ruido que generan los establecimientos por la noche.
Las reformas y el nuevo ordenamiento establecen hoy límites claros en cuanto a horarios y decibeles permitidos.
En el caso de la zona residencial se establece que, de las 6 de la mañana a las 10 de la noche, el ruido permitido es de 55 decibeles y, a partir de las 10 de la noche y hasta las 6 de la mañana, lo permitido son 50 decibeles.
En cuanto a las zonas industriales los límites son de 68 y 75 decibeles en los horarios antes descritos.
En las escuelas el permitido es de 55 decibeles durante el juego. En eventos especiales, como ceremonias, festivales y eventos de entretenimiento, el límite es de 4 horas y 100 decibeles.
Las sanciones
El reglamento contempla sanciones que van de más de 8 mil pesos a 2 millones de pesos, tomando en cuenta el tamaño de la falta, la gradualidad, además de aspectos como la reincidencia; las faltas reiteradas al reglamento pueden provocar el cierre definitivo del negocio.
De acuerdo con el Ayuntamiento de Mérida, se contempla un período de gracia para la “adaptación” y el tema sigue siendo cuánto se dilatará para que se aplique la norma y se haga valer y si se contará con personal suficiente para la vigilancia y demás aspectos.
La Comuna firmó un convenio con el Patronato del Centro Histórico con el objetivo de llevar a cabo una campaña para sensibilizar a la sociedad sobre este problema y para reforzar las acciones municipales para atender, prevenir y disminuir el problema de la contaminación auditiva, pero hasta ahora se desconoce qué acciones concretas se llevan a cabo al respecto.
(David Rico)