México es catalogado como un país megadiverso, es decir, que cuenta con más de un 10% de la biodiversidad mundial, lo cual se debe a sus climas de montaña, desierto, manglar, petén, etc., y es por eso que se tiene la responsabilidad de cuidar esos espacio a través de las Areas Naturales Protegidas, dijo Sophie Ortiz, que ayer ofreció una charla sobre el tema en Casa Savia.
Dijo que, en Yucatán, existen varias reservas, aunque realmente no se tiene un manejo “real” de ellas, pues incluso hay colonias dentro de esos espacios.
“La naturaleza no es un lugar donde vamos de paseo, es el lugar donde vivimos. La incapacidad para ver esto es lo que nos lleva a pensar que debemos cuidar el ambiente para proteger esas especies y no para garantizar nuestra supervivencia como especie. Cada persona necesita de 22 árboles adultos sanos para generar el oxígeno que se consume en un año. Eso significa que la ciudad de Mérida necesita de 31,500 hectáreas de árboles para que su población (dejándola en 1 millón de habitantes) pueda sobrevivir.
“Mientras no nos preocupemos por generar recursos que sean renovables seguiremos acelerando el proceso de deterioro. La riqueza de la reserva natural está en los suelos, que le permitirán a los árboles una rica alimentación y sustento que culminará en árboles más grandes y fuertes, que podrán albergar más fauna”, expresó.
Dijo que en Earth Connection Center se trabaja en la restauración de ecosistemas y protección de vida silvestre.
(Víctor Lara Martínez)