Cuando el ministro, secretario de Marina e Intendencia, del rey Carlos III se presentó ante el monarca luciendo un vestuario muy costoso y elegante, el rey le recombino en un tono por demás cariñoso:
-Marqués, vuestro lujo es acaso excesivo.
A esto, el intendente replicó:
-Majestad, por la librea del criado se conoce y deja ver la grandeza y calidad de su dueño y señor.