Rafael Mis Cobá
El T’alkú de la Tía Juana
“¡Billy!”, “¡Billy!”, “¡Billy!”, gritaba a todo pulmón una mestiza exageradamente bella entremezclada en la fila de taxistas que esperaban su turno para votar en el proceso electivo del Frente Unico de Trabajadores del Volante.
La mujer con cintura de avispa y caderas de Puchunguita no pudo escaparse de los piropos propinados por los nada discretos chafiretes acostumbrados a chulear a las damas sin importar raza, color o tamaño.
La curvilínea y aromática Eva del Mayab no pudo resistir tanto acoso y presurosa buscó a su sobrino cabezón para pedirle protección.
—¡Tía Juanita, no sabía que eras socia taxista!
—No lo soy, “mejenkisín”, pero deseo serlo y por eso vine por mi concesión.
—Juanita linda, creo que te equivocaste de lugar porque esta es una ejemplar jornada electoral.
—Pero el “Chino” me dijo que Billy estaba dando concesiones a quienes lo apoyaran y por eso vine a echarle porras.
—Ay, Juanita, creo que en esta ocasión fuiste víctima de un cuento chino.
—No importa, sobrinín, de todas maneras estoy muy contenta por esta ejemplar muestra de participación democrática.
—Es cierto, tiíta, se voló la barda el FUTV al llevar a cabo por primera vez en la historia de los sindicatos un proceso electivo mediante el voto libre y secreto.
—Pero, sobrino, hay que dejar en claro que “Billy” aceptó sólo por la presión del “Chino” y seguidores.
—Como lo quieras ver, tía, pero hay que aplaudir la decisión final.
—“Maare”, sobrino, seguro seguirán el ejemplo Mario Tránsito Chan en la CTM; Pedro Oxté en la Croc; Ernesto Sonda en el sindicato de ferrocarrileros y Jervis García en su gremio de burócratas.
—¡Todavía crees en Santa Claus, tía! Imagínate a esos sempiternos líderes convocando a votación libre y secreta.
—Sobrino, sobrino, acuérdate que la reciente reforma laboral impulsada por el gobierno federal así lo establece y entrará en vigor en enero próximo.
—“Uay”, tía, Pedrito y demás líderes perderán sus privilegios y se les caerá el negocio.
—¿Cuál negocio?
—El de las cuotas sindicales que le cobran a los trabajadores. Tía, muchos líderes se han enriquecido a costillas de los obreros.
—Entonces, sobrino, los líderes sindicales tienen el riesgo de ser corridos por sus propios agremiados.
—Acertaste, tía, así como corrieron a Vicente Fox de la marcha fifí anti-AMLO organizada en León, Guanajuato.
—“Maare”, sobrino, eso evidenció que a Fox ya no lo quieren ni sus socios.
—-A propósito, tía, ¿participaste en la marcha que organizó un grupo de fifís en el Monumento a la Patria?
—“Mejenkisín”, a me corrían del lugar por el sólo hecho de ser mestiza y oriunda de Chiquindzonot.
—Tienes razón, tiíta, esos “dzulitos” dieron muestra de xenofobia, prepotencia e intolerancia contra quienes no eran de su color o no estaban de acuerdo con ellos.
—Sobrino, eran tan finos que no llevaron a cabo la caminata como habían anunciado, que porque estaba fuerte el Sol.
—Claro, tía, no querían sudar y quemarse la rosada piel.
—De todas maneras, sobrino, aunque tengan sangre azul también les huele el “xic’” y tienen “jojolkí” entre las piernas.
—“Foo”, tía, ¿aunque se pongan talco en el “nies” y utilicen perfumes caros?
—El “jojolkí” es universal, sobrino, hasta a la Reina de Inglaterra y al Rey de España les escurre entre piernas ese sudorcito con olor a marisco.
—“Foooo”, tía, “macachí”, que ya no se me antojará comer ceviche.
—Sobrino, es la verdad y la verdad a veces incomoda.
—Tía, los que están incómodos son los maestros porque los harán trabajar tres sábados durante el nuevo calendario escolar.
—Pobrecitos, sobrino, ya ves que trabajan mucho.
—No exageres, tía, son sólo tres sábados de 190 días laborables.
—Tienes razón, sobrino, y esos tres días son para compensar los dos días de carnaval y la celebración del “Hanal Pixán” en los que se suspenden las clases.
Aclarada las cosas y sin entrar a discusión sobre otros puentes que se enlistan durante el año y que los maestros contribuyen a construir y lo disfrutan sin ser ingenieros, la feliz pareja buscó una sombrita para protegerse del Sol (sin ser fifís) y saborear unos deliciosos helados de coco para mitigar el sofocante calor.