Yucatán

Llanto y dolor en último adiós al Policía Segundo

TEMOZON, Yucatán, 14 de agosto.- Entre lágrimas y gritos desgarradores, la tarde de hoy fue sepultado el policía segundo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Humberto Canché Aké, quien pereciera el lunes pasado en un lamentable accidente de tránsito ocurrido en la Prolongación del Paseo de Montejo, de la ciudad de Mérida.

Poco después de una fuerte tormenta y escoltado por una caravana de patrullas con torretas prendidas, la carroza que llevaba el cuerpo sin vida del destacado agente recorrió distintas calles de la villa hasta llegar al panteón general, donde finalmente sería sepultado.

Un nutrido grupo de policías, amigos y familiares acompañaron en su último recorrido por la villa al extinto agente, luego de haberse velado el cuerpo durante toda la noche previa.

A petición de los familiares, el cortejo fúnebre abarcó un recorrido que incluyó el centro de la villa, para que el ataúd pasara justo enfrente de la Iglesia local, puesto que no hubo misa de cuerpo presente.

Debido a un contratiempo ocasionado por una fuerte tormenta desatada en esos momentos, el cortejo fúnebre tardó un tiempo en continuar su avance a la altura de la calle 10 y de ahí, retomaron la calle 11 siguieron directo hasta el panteón municipal, mismo que sería la última morada del extinto agente.

Justo en los momentos en que el contingente arribaba al panteón, a las 17 horas, los policías tocaron las trompetas a manera de despedida y los sonidos retumbaron en el aire, cortando el grisáceo ambiente de llovizna que entristeció aún más a la totalidad de asistentes, muchos de los cuales no pudieron retener las lágrimas al recordar que ya nunca más volverían a estrecharle la mano al que fuera un digno hijo de Temozón.

Tras una serie de emotivas palabras emitidas por una agente de la SSP y haberse realizado el respectivo pase de lista, donde al unísono la totalidad de los presentes mencionaron el nombre de quien murió cumpliendo su deber, un grupo de elementos realizaron disparos al aire en su homenaje, en tanto que un torrencial aguacero caía en esos precisos momentos.

Pese a la fortísima lluvia, los familiares, los uniformados y muchas otras personas que acudieron a despedirse de Canché Aké permanecieron inmóviles, mientras el ataúd era colocado en la fosa.

Con el rostro desencajado y mirando fijamente el féretro, uno de los uniformados que se encontraba a cierta distancia señaló con gran pesar: “lamentablemente así es esto, no nos resta más que pedirle a Dios que nos cuide de los peligros, porque nosotros, los policías, cuando salimos de nuestras casas muchas veces no se sabe si regresaremos con vida”.

Una vez concluido el sepelio y consternados por el dolor, varios de los familiares tardaron un tiempo en abandonar el sitio, mientras decenas de ofrendas florales fueron depositadas al pie de la tumba.

Humberto Canché Aké falleció cumpliendo 11 años y seis meses de servicio en la corporación policiaca estatal y a decir de sus superiores, siempre se distinguió como un elemento totalmente comprometido con su labor, manteniendo una trayectoria intachable.

Durante su paso por la SSP, el hoy occiso tomó cursos tácticos para personal operativo, función policial, curso israelita de intervención de alto impacto, inteligencia y contrainteligencia, derechos humanos y sistema de justicia penal acusatorio oral.

Al fallecer, Canché Aké formaba parte de los GOERA motorizados, grupo al que se había integrado en el Sector Norte, hasta que perdió la vida en el accidente de tránsito donde un vehículo no respetó la señal de alto y se impactó de lleno contra el agente que iba a bordo de su motocicleta.

(Alfredo Osorio Aguilar)