Yucatán

Constantes lluvias, la esperanza del campo

CHUMAYEL, Yucatán, 23 de agosto.- Campesinos de esta comunidad esperan que las lluvias continúen durabte el presente mes, ya que representan una bonanza y esperanza para la siembra del maíz y demás cultivos en sus milpas.

En un recorrido por los montes de la comunidad, se observó a varios hombres del campo realizar las labores de limpieza y chapeo en las hectáreas del cultivo de maíz que van tomando altura con las últimas precipitaciones.

“Se atrasó la lluvia. Ya hacía falta un aguacero porque estuvo pegando fuerte el calor y el maíz no crecía. Esperemos que continúen para que las matas alcancen altura y en septiembre comiencen a espigar”, compartió Clemente Chan Balam, de 48 años, quien ha sembrado 2 hectáreas de maíz.

Así como este campesino, otros más del municipio han fincado sus esperanzas en que el dios Chaac deje caer fuertes lluvias que representan una bendición para las jornadas de intenso trabajo efectuados desde mayo y junio con la siembra del grano.

Chan Balam, quien desde adolescente se ha dedicado a las labores del campo, estaba en su milpa chapeando la maleza que ha crecido alrededor de las plantas de maíz; así mismo, ante el retraso en la lluvia compartió que se ha apoyado en la aplicación de fertilizantes.

“Para ayudar a que el maíz crezca, ya le puse fertilizante. Esperemos que no se corte la lluvia y que continúe. En septiembre es cuando ya deben empezar a colgar si todo marcha bien”, dijo.

En el recorrido, se observó que las condiciones de intenso sol aunadas a la falta de lluvia, favorecieron la aparición de gusanos que han comenzado a afectar varias plantas de los cultivos. Así mismo, las plantas se marchitaron y su crecimiento se retardó.

Por otra parte el señor Cecilio Peraza Itzá, de 86 años de edad, quien sembró para el mes de junio, remarcó sobre la importancia de las continuas lluvias para mojar la tierra y así augurar una buena cosecha.

A pesar de que ya siembra ya está hecha, el trabajo en el campo nunca acaba. De forma cotidiana y desde tempranas horas, se observa a los hombres limpiando, chapeando la maleza, y fertilizando para lograr una buena cosecha.

En la actualidad, pese a ser una actividad que va decayendo paulatinamente, representa una labor fundamental que contribuye a la alimentación de familias que han dedicado toda una vida a dicha labor por varias generaciones.

(Carlos Ek Uc)