Al ser entrevistada en la Feria de Ciencias, Norma Marmolejo Quintero, coordinadora de Talento CICY, informó ayer: “Este evento es la culminación de un programa de 15 días en el que 45 muchachas y muchachos en edades de entre 10 y 14 años desarrollaron 15 proyectos y hoy nos están mostrando sus resultados”.
Dijo también:
–Los proyectos que los chicos desarrollaron durante 2 semanas trataban de resolver una pregunta en las áreas de ciencias biológicas, con energía renovable y con ingenierías. Entonces ellos hicieron un proyecto de principio a fin a través del método científico y, en esta Feria, estamos viendo lo que los chicos aprendieron y los resultados a los que llegaron. Y, obviamente, los temas todos son relacionados con el quehacer del CICY.
El evento se hace desde el 2012 y ésta es la octava estancia.
Resultados favorables
Por su parte, Julio Domínguez Orta, académico responsable de Divulgación del CICY, recordó que esta Feria de Ciencia también ha tenido resultados muy favorables, porque el año pasado, durante la séptima estancia de verano, hubo 4 proyectos que resultaron ganadores en la feria interna y, al final, se hace una premiación. Esos ganadores participaron en la Feria de Expo Ciencias estatal, que fue en el Centro de Convenciones Siglo XXI, la organizó la Ciies y ahí los 4 equipos que participaron del CICY ganaron dos cuartos lugares y dos primeros lugares. Y después estos dos primeros lugares ganaron un pase para ir a la Expo Ciencias nacional, a Morelia, Michoacán, también el año pasado, y allá de los dos equipos uno ganó el primer lugar y se ganó una acreditación para participar en Milán, Italia, en el Concurso Internacional de Juventud y Ciencia 2018. Y ellos se llevaron el segundo lugar y la medalla de plata representando a Yucatán y a México. En ese evento participaron equipos de Alemania, Argentina, Medio Oriente y China. Por eso la idea es volver a mandar equipos que compitan tanto en el evento nacional como en el internacional –concluyó.
“Rescatando la Pata de Elefante”
Luna Euán, de tercer grado de secundaria, quien estuvo acompañada por Farid Rodrigo Gómez Villegas, que va a pasar a segundo de secundaria, explicó:
–Nuestro proyecto se llama “Rescatando la Pata de Elefante”, conocido también como “Despeinada”, y tiene como objetivo trabajar en los métodos de cultivo, como exitu, por ápices meritemáticas que vienen siendo la parte donde surgen las hojas de la planta, y por vía In Vitro. Lo que queremos lograr es hacer que no se infecten. Hicimos un medio de cultivo que es una tierra especial que tiene todos los nutrientes.
–¿Recatarla por qué?
–Es que está en extinción. Según datos de la Semarnat del 2010 hay 11 variantes de la Pata de Elefante y cuatro de éstas se encuentran en categoría de amenazadas, otras cuatro seriamente amenazadas y una en peligro de extinción. Son de la misma especie Beucarnea piabilis, pero tienen 11 variantes, de las cuales 10 se pueden encontrar en México, 8 son endémicas y 1 se puede encontrar en América Central.
–¿Y por qué están amenazadas?
–La problemática que nosotros identificamos es que últimamente ha estado muy cotizada, porque se usa de recuerdo en las bodas o los bautizos o se ponen como centros de mesa en las fiestas, porque representa longevidad. De hecho, en Europa hay una que tiene 300 años.
Robot araña de energía solar
Por su parte, Karen Alejandra Tavares Mijangos, de tercero de secundaria, nos dijo:
–Hicimos un robot araña alimentado con una fuente de energía renovable. El propósito es transportar objetos en zonas de difícil acceso.
En esta parte intervino Marisol Mendieta Castillo Jiménez, de primero de prepa, para decir:
–Pero también se puede adaptar con diferentes sensores para ver la humedad en los cultivos y otras cosas más, como detectar plagas, etcétera. Por el tiempo ya no se le pudieron poner más cosas, pero es un proyecto que puede crecer.
Con ellas estuvo otro miembro del equipo: Andrei Irán Bermont Viana, de tercero de secundaria.
Papiroflexia
Finalmente hay que comentar que las y los participantes en la Feria de Ciencias participaron también en un taller de papiroflexia, también llamado origami japonés, y de sus trabajos se hizo una colorida exposición.
(Roberto López Méndez)