Yucatán

La Colonia Militar perdió a su ‘estrella’

VALLADOLID, Yucatán, 25 de agosto.- Con los honores que corresponden a su grado, personal militar adscrito al XX Batallón de Infantería despidió el cuerpo del Sargento Primero Francisco Alamilla Hernández, quien falleciera el día de ayer por causas naturales, en esta ciudad de Valladolid.

Los restos mortales del militar fueron velados ayer por la noche y hoy por la mañana en las instalaciones de la funeraria Villafaña, donde militares, incluyendo a algunos ex compañeros, realizaron la respectiva guardia de honor.

De igual forma, distintos familiares, entre los que se encontraban sus hermanos Fátima, Yolanda, Rosa, Sandra, Rafael y Gaspar, se dirigieron al recinto para hacerle compañía por última ocasión a quien en vida se distinguió como una persona responsable y siempre preocupado por su familia.

Conforme avanzaban las horas, muchas otras personas acudieron a la funeraria y expresaron sus condolencias a los deudos, intentando consolarlos al decirles que había tenido una vida plena y hoy ya se encontraba en un mejor lugar.

Absolutamente todos los que en vida conocieron a Alamilla Hernández, que al morir contaba con 74 años de edad, lo definieron como una persona amable, sencilla y siempre dispuesta a ayudar al prójimo.

De igual forma, el Sargento Primero Francisco Alamilla Hernández siempre se distinguió como un elemento altamente comprometido con su labor, por lo que trabajó de manera incansable en el regimiento al que pertenecía (el número XXXVI), hasta su jubilación.

Al filo del mediodía, el féretro fue llevado a los jardines del panteón general de esta ciudad y depositado en la fosa que fungiría como su eterna morada, por lo que elementos destacamentados en el XX Regimiento de Caballería se encargaron de rendirle honores póstumos, acompañando de familiares y todas las personas que tuvieron el gusto de conocerlo en vida.

En entrevista posterior, Fátima del Rosario Martínez Hernández comentó que ella siempre estuvo al pendiente de su hermano, sobre todo durante sus últimos días y conforme libraba su difícil lucha contra el cáncer.

Explicó que ella, así como una de las hijas del extinto militar (Aurora) y un nieto (Manuel Alejandro), se encargaban de llevarlo sin falta a sus sesiones de quimioterapia. “Ahora que ya no está, la Colonia Militar perdió a su ‘estrella’, el popular “Don Pancho”, acotó.

(POR ESTO! / Corresponsalías)