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Pilar Faller Menéndez

Una vez más ocurrió un “crimen de odio” en El Paso, Texas, perpetuado por un hombre de 21 años, quien lanzó disparos en un conocido supermercado, el cual dejó un manifiesto en el cual insulta y acusa a los migrantes de “invasores”, actos que son alimentados por discursos de racismo y división que están repercutiendo en el vecino país, y que vuelve más vulnerable a los hispanos que viven allí.

Notas como éstas, comienzan a darse más seguido, ya que existe una corriente anti migratoria que está rebasando los discursos, y está influyendo en el ánimo de muchos norteamericanos provocando masacres o intentos de la misma, sembrando el miedo sobre el peligro que corre la comunidad hispana.

Los discursos de odio son un llamado para muchos para salir a matar, debido a que estos provocan el racismo, la intolerancia y la división, que en muchos ciudadanos es un llamado para acabar, en este caso, con los que han conseguido migrar a los Estados Unidos, los cuales han comenzado a resentir el rechazo que cada día crece.

El Paso, Texas, separa a Estados Unidos y México. Tiene una población de 680,000 habitantes, de los cuales el 83 % son de ascendencia hispana, y según los censos, tiene una tasa de crímenes violentos menor al de otras ciudades estadounidenses de tamaño similar.

Los seguidores de los discursos de odio, desgraciadamente emulan el racismo, y prueba de ello fue lo que hizo el responsable del tiroteo en El Paso, en alusión a los tiroteos en Christchurch, Nueva Zelanda, en marzo, donde un hombre blanco mató a 51 musulmanes que oraban en una mezquita. El motivo: “Estaba defendiendo a su país del reemplazo cultural y étnico provocado por una invasión”.

Estos hechos son una muestra de que no han terminado la persecución y el odio hacia ciertas razas, a pesar de que la UNESCO manifieste, que no existen razas, que la única que existe es la raza humana.

Los movimientos de ultraderecha han resurgido en Estados Unidos, y en muchos países de Europa; en Charlottesville, Virginia, hubo un enfrentamiento entre los supremacistas blancos y un grupo de contramanifestantes a la marcha de ultranacionalistas en esa ciudad sureña.

Ante la libertad de expresión que existe en las redes sociales, los grupos neonazis y los que se hacen llamar “Supremacía Blanca” utilizan estos medios para dar impulso y promoción a estas ideologías separatistas y racistas que día con día están creciendo y se calcula que hay cuando menos 1,600 grupos extremistas en Estados Unidos, según el grupo defensor de los derechos civiles, el Southern Poverty Law Center.

Estos son algunos de los grupos más populares y visibles del movimiento de la supremacía blanca y los objetivos que persiguen: La Derecha Alternativa, conocida como (Alt-right), es un grupo que manifiesta odiar la corrección política, y ser fanáticos nacionalistas blancos. Se dice que el auge reciente de este grupo, ha sido impulsado por los discursos durante la campaña presidencial de 2016, en la cual Trump fue acusado de hacer comentarios racistas, antisemitas y anti musulmanes. Sin embargo, Trump denunció al movimiento y manifestó desaprobar sus ideas. Este grupo incluye a intelectuales, conservadores y jóvenes dispuestos a luchar a través de las redes sociales.

Los ideales que persiguen están enfocados en la identidad blanca, así como la preservación de la “civilización tradicional occidental”, así como la libertad de pensamiento y el derecho a ofender. Sus opositores los definen como racistas, misóginos y antisemitas.

Probablemente el más conocido es el Ku Klux Klan (KKK), considerado el grupo supremacista blanco más infame de los Estados Unidos, el cual fue conformado por oficiales exconfederados en 1865. Aunque comenzó en el sur, se expandió por todo Estados Unidos a principios del siglo XX. En un principio discriminaban a los afroamericanos, pero en la actualidad han añadido a los judíos, inmigrantes y recientemente a la comunidad LGTB, y pretendían evitar que estos grupos disfrutaran de los mismos derechos civiles que los demás. Se estima que este grupo tiene entre 5,000 y 8,000 miembros.

Los grupos neonazis comparten los ideales antisemitas y la admiración por Adolfo Hitler y la Alemania Nazi. Su visión está amparada en las cortes de Estados Unidos, así como por la Primera Enmienda de la Constitución del país. En un caso muy conocido, la Corte Suprema de Justicia estadounidense permitió que un grupo de neonazis realizaran una marcha en Skokie, Illinois, con habitantes de mayoría judía, luciendo esvásticas e invocando la Primera Enmienda.

Existen organizaciones de alto perfil, según el partido American Nazi y al Movimiento Nacional Socialista, pero el grupo más visible es la Alianza Nacional. Muchos de estos grupos comenzaron en Virginia, pero han comenzado a expandirse por todo el país, y las relaciones con los grupos neonazis en Europa también.

Otros grupos de supremacía blanca en Estados Unidos son: el Movimiento Nacional Socialista, fundado en 1994, uno de los grupos más grandes de neonazis con presencia en 30 estados de los Estados Unidos. El Consejo de Ciudadanos Conservadores, el cual fue fundado en 1985, promueve la segregación en los estados del sur. El Partido Estados Unidos Libertad, se fundó en California en 2009 con principios racistas y contra la inmigración.

La existencia de estos grupos abiertamente con principios de segregación no implica que los Estados Unidos lo sea, pero puede ocasionar que muchos jóvenes se dejen influenciar por sus principios, con la idea de pertenecer a un grupo, y empuñar un arma para matar a los grupos que persiguen, por lo que no es de extrañar que los ataques a hispanos y otras minorías se den, cuando las leyes claramente permiten la existencia de estos grupos.

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