Yucatán

Presentan libro sobre cómo hacer etnografía

“Etnografías. Tácticas y estrategias para el registro y análisis de la diversidad cultural” es el nuevo libro de Alejandro Vázquez Estrada y Adriana Terven Salinas que se presentó ayer en el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón y que forma parte de un apoyo didáctico para la investigación de cierto tipo de temáticas de las ciencias sociales.

En entrevista, Vázquez Estrada dijo que “la etnografía proviene de la metodología de la antropología para el trabajo de campo en el acercamiento al fenómeno social y el texto puede ser también para los que no sean antropólogos, pero busquen cierta información para robustecer un aparato epistemológico”.

Señaló que el texto fue desarrollado junto con egresados, investigadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro y contiene siete capítulos con temáticas de reflexión sobre la etnografía, pues “supone el estar ahí, trasladarse a una comunidad, trabajar, con las personas y ahora atraviesa por procesos complejos y más en nuestro país”.

“Se trata de cómo hacer etnografía en contextos de violencia para periodistas y los que trabajamos en esto nos han hecho repensar estrategias de estar ahí, el que llega se convierte en algo vulnerable y fácil de serlo, por desconocer las relaciones asimétricas de los lugares a los que acude a investigar”, dijo.

Reflexión y análisis

Es una reflexión de cómo hacer etnografía en sitios complejos por estructuras de violencia y lógicas de salvaguarda y seguridad, como tácticas para sobrevivir y seguir en el trabajo de campo.

El libro contiene capítulos con temas específicos, desde los clásicos de la antropología, estudios en espacios comunes, tianguis, de dónde provienen tipos de fenómenos como los intercambios, consumos; se trata de que veamos las claves relacionadas con la suficiencia alimentaria hasta modos de consumo.

Además, hicieron un capítulo de cómo hacer etnografía en los ejidos, sobre todo cómo posicionarse en el sentido de ser honesto y claro en lo que hará, para qué, cuáles son las implicaciones de su trabajo para esas comunidades y en ese ámbito las sociedades rurales por conflictos territoriales.

“Se romantiza el trabajo de campo que llega uno y piensa que lo reciben con los brazos abiertos y hay tensión, dilemas, acá se entiende y cómo se articula, que la labor sea cierta reflexión y análisis comunitarios”, precisó.

Apuntó que también hay etnografías en situaciones del Estado, sus instituciones, discursos políticas públicas, materia de justicia, cómo se construyen los nuevos discursos de lo justo, de lo contemporáneo.

“En esta lógica en ese libro se manifiesta cómo el Estado y sus instituciones son productos culturales, son propensos a ser investigados, sus prácticas y saberes pueden generar un tipo de investigación relacionados con la ciudadanía”, anotó.

Dijo que el Estado se ha convertido en uno de los objetos de investigación privilegiados por la antropología, los temas urbanos dentro del mundo contemporáneo, neoliberal, la volatilidad, hay cierto tipo de arraigos culturales, las presencias indígenas en contextos urbanos nos hacen ver modos de comunidad, es importante ver cómo se articulan.

El investigador explicó que es un ejercicio interesante, tiene que ver con este tipo de objetos desde la grabadora del microcasete, el diario de campo, la observación, cómo se ha transformado igual que la sociedad participante, genealogías, croquis, historias de vida, el uso de nuestra parte de los diarios entre lo etni y eti se vuelve pertinente, el interlocutor se va interesando en la construcción de investigaciones.

Los cuatro temas

“Hay ciertos temas que tienen que pasar por formas consultivas hacia la gente, sectores vulnerabilizados. Exploramos sobre la lógica de la ética y la responsabilidad, en los últimos diez años en América Latina la misma etnografía se convirtió en un tema de reflexión. Hay que repensar las estrategias metodológicas y las éticas”, dijo.

Se trata de cómo interpretar la información recabada, cómo se establece la salvaguarda de la identidad, cómo se explica de manera previa el uso de datos y procurar el bienestar en términos de la colectividad, son los cuatro temas de la producción de escritura etnográfica, no nos deteníamos a pensar cómo la información es sensible a la comunidad.

Adriana Terven Salinas apuntó, por su parte, que el texto es un apoyo didáctico, pues la redacción de los capítulos es como instruir, orientar e incluso tips sobre cómo hacer las etnografías en los distintos ámbitos, la redacción es accesible, es para estudiantes de licenciatura, de posgrado y de otras disciplinas de las ciencias sociales y que se interesen en las miradas etnográficas.

“Contiene información desde lo clásico hasta las metodologías adecuadas en contextos particulares, burocracias, un mercado, pueblos indígenas o en contextos de violencia”, concluyó.

(Rafael Gómez Chi)