TIZIMIN, Yucatán, 14 de septiembre.- “Este es mi hijo amado en quien tengo mis complacencias”, esta fue la frase que emitió el Arzobispo, Gustavo Rodríguez Vega, al inicio de la solemne ceremonia eucarística en la que recibieron el sacramento de la confirmación un total de 140 jóvenes y siete adultos que pertenecen a la comunidad católica de los Santos Reyes.
Esta misa que se llevó a cabo en el Casino Ganadero, la concelebró con el Párroco, Pedro José Echeverría López y con el Vicario, David Tejero Vega.
En su homilía el Monseñor les pidió a los neoconfirmantes que invoquen diariamente al Espíritu Santo y el vendrá en su ayuda, a veces a través de lo que sienten, a través de sus amigos, por lo que otros hacen, además de exhortarlos a que sean críticos y que el espíritu les ayude a discernir para tomar las mejores decisiones en su vida.
Les explicó que Dios padre quiere complacerse en ellos, que sean otros ungidos, otro Cristo por el bautismo que hoy al recibir la confirmación renuevan este sacramento y se comprometen a cumplir con la misión de llevar la buena nueva del evangelio a donde quiera que vayan.
“A todos los llama Dios para que sean santos y los envía para que vayan donde vayan y tengan el trabajo que tengan siempre den testimonio de Cristo y que su comportamiento siempre este a la altura de un buen cristiano, de un hijo de Dios en el que él tiene sus complacencias”, puntualizó.
Señaló que la faz de la tierra se va a regenerar renovando nuestros corazones para que haya más gente creyente en Dios nuestro Señor, para que haya más gente creyendo en el evangelio, amando a Dios y amando a su prójimo, por lo que les indicó que los dones del espíritu son para cada uno de ellos para que él les diga y con el sepan lo que deben hacer día con día.
“Ven Espíritu Santo, oriéntame en mis sentimientos”, exclamó dándoles a conocer que a veces como dice el dicho: “a dónde va la gente va Vicente”, pero que deben tener cuidado porque todos pueden estarse equivocando, porque algo puede estar de moda, pero esta puede estar equivocada y por eso deben ser críticos con ayuda del espíritu santo de lo que sucede alrededor y tomar tus propias decisiones de un hijo de Dios que quiere que el padre tenga en él sus complacencias en todo momento”, dijo.
“Confirmarse es para la vida, para una vida nueva en Cristo, es querer convertirse en templos vivos del espíritu santo, para renovar el corazón y así renovar la tierra, el mundo en que vivimos”, enfatizó.
Los jóvenes fueron acompañados en esta celebración litúrgica, por sus padres, seres queridos y padrinos quienes continúan firmes en su compromiso de continuar apoyándolos y motivándolos para seguir superándose en su formación cristiana.
(Luis Manuel Pech Sánchez)