Yucatán

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

Leoncio Yanes

IV

715

Los árboles

Para el joven poeta René

Batista Moreno.

Me gusta el campo. Yo adoro

el monte fresco y sombrío,

en este gusto tan mío

me parezco al tocororo.

El aire suave y sonoro

en los gajos tembladores,

me habla de íntimos amores

y me alegro cuando voy

por la vereda. Yo soy

un amigo de las flores.

Arboles. Fuente vital

de amor y de gratitud;

no hay belleza ni salud

sin riqueza forestal.

Corre limpio el manantial

saltando en los pedregales,

y son puros los raudales

que tus corrientes ofrecen

cuando los árboles crecen

en las frondas marginales.

El iris de los festones

que resalta en la enramada,

me conforta la mirada,

me alimenta los pulmones.

Los zorzales retozones

alternan con los sinsontes;

a besar los horizontes

se alza la palma gigante.

Todo es verde y palpitante

en la vida de los montes.

Mi cuna fue de madera,

de madera es mi sofá,

y de madera será

mi lecho, cuando me muera.

Por eso, con alma entera

al bosque lo quiero tanto,

me da, para el adelanto

cultural que yo concibo:

este lápiz con que escribo,

la guitarra con que canto.

716

Canto al tabaco

Con ávido amor te fumo

y el fuego que te consume,

me arroba con el perfume

que despides con el humo.

Al tiempo que te consumo

en seguidas bocanadas,

tus volutas azuladas

van por el aire flotando,

como gaviotas volando

a regiones ignoradas.

Eres capcioso. Traidor

como la estancia del vino,

eres amable y dañino

como eres de seductor.

Pérfido como el amor

que finge la boca ingrata;

tu contacto me dilata,

finge llevarse mis penas,

pero me deja en las venas

el veneno que me mata.

Tu historia. ¡Cuántos renglones

de dolor hay en tu historia!

Nos saltan en la memoria

un mar de contradicciones.

Te aclamaron los bribones,

los piratas, los bandidos,

los reyes envanecidos,

los artistas, los obreros

y discutieron tus fueros

vencedores y vencidos.

Por ti, en la pasada edad

hubo estanco y opresión

y fuiste, sin discusión,

emblema de libertad.

Hay mentira y hay verdad

en tu esencia cotidiana;

mientras la ignorancia humana

te busque con tanta prisa,

serás fuente de divisa

para la nación cubana.