Yucatán

La penitencia, peor que el pecado

Eliseo Martín Burgos

Fray Estanislao de Algimia cuenta que, siendo misionero entre una tribu americana, entre Colombia y Venezuela, se hizo amigo del cacique de los caribes, que tenía siete esposas, hecho que el apóstol le recriminó. Como el jefe quería ser bautizado, el fraile capuchino le dijo:

–Te bautizaré cuando sólo tengas una esposa.

Poco tiempo después el misionero dejó la comunidad por un breve tiempo y a su regreso fue recibido con alegría por el cacique, quien le dijo:

–Padre, ahora sí me puede bautizar; ahora sólo tengo una esposa.

La alegría del sacerdote duró hasta cuando preguntó cómo lo había logrado.

–Las devoramos padrecito, qué remedio.

Eran caníbales.

Antología del Chascarrillo

Segunda Epoca