El ex presidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, Frederik de Klerk, afirmó que el racismo, el cambio climático y la extrema pobreza son las más grandes amenazas mundiales que hay que combatir, porque “estamos hablando de una tercera parte de la población, es un gran reto, es algo terrible que tiene que ser erradicado”.
Durante su participación en la Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz, dijo que “el racismo tiene que ser uno de los puntos principales de la agenda de los líderes, detenerlo, luchar en contra, trabajar en relaciones interétnicas y el problema serio y uno de los tres grandes retos, es un tema sensible, ya no hay guerras entre países, sino dentro de los países, los grupos raciales”.
El ex jefe de Estado sudafricano, quien logró los acuerdos para erradicar el Apartheid, dijo que no se trata solamente de una reconciliación a nivel nacional, no, es la reconciliación a nivel raíz, es importante, tenemos que aprender a vivir, a lo mejor somos distintos, pero tenemos que aprender a vivir en paz, juntos, en la misma ciudad, el mismo pueblo, la reconciliación es parte de la solución”.
Resonancia mundial
Por eso dijo que es importante que los mensajes de la Cumbre tengan resonancia en el mundo, que hoy está en un lugar negativo, la democracia se cae, el populismo avasalla todo, hay que estar preocupados, mi esperanza es que lo que digamos le llegue a muchísimas personas, que saquen las manos de sus bolsillos, salgan a la arena mundial.
“Estoy de acuerdo con usted”, dijo al reportero de POR ESTO!, “que el racismo verdaderamente es un serio problema, en mi país lo dejamos atrás en 1990, entre el 90 y el 96, logramos acuerdos con Mandela en una nueva Constitución que en términos contundentes prohíbe el racismo, con base en el color, pero ha regresado, no por parte de nuestro presidente, pero es un serio problema en Sudáfrica, todo es definido por la raza, casi como con el Apartheid”, indicó.
Y sobre el populismo dijo: “No estoy seguro, pero déjenme hablar del populismo, está sacando la cabeza en muchos países, hay un elemento que vemos en Estados Unidos, en mi país, en mi propio país, los partidos reinantes divididos entre los populistas y los realistas, los realistas se dan cuenta de que necesitamos crecimiento.
“Los populistas desean nacionalizar todo, pero asimismo lo vemos en Europa, si vemos las elecciones europeas, los líderes orientados al populismo fueron los elegidos”, dijo.
La migración
De Klerk habló de la migración y señaló que no es un problema entre Estados Unidos y México, en Europa con cientos de miles que cruzan de África para escaparse de peligros, de la hambruna y los problemas que los países europeos tienen, y se va a convertir en un problema peor.
“En Europa la población se reduce y para mantener la economía van a tener que recibir a esos migrantes, tienen que llenar los puestos de trabajo. Esas políticas migratorias tienen que ser humanistas, una amplitud de mente ante los temores y los peligros”.
Dijo que quienes son fugitivos reales que sean aceptados, si tienen que salir de sus países y abandonar su situación en cuanto tienes un equilibrio, la humanidad de un lado y proteger a tu propio país y población, pues hay que ayudarlo.
Acerca del racismo y Venezuela, respondió: “En nuestro caso la causa raíz era el Apartheid, la discriminación racial, y eso no es cierto en Venezuela, es distinto, pero en Venezuela necesitan sentarse en una mesa sin demasiadas condiciones y necesitamos cambiar, darnos cuenta del potencial completo que fue destruido por una falta de gobernanza”.
Consideró que “en todo el tiempo hay ejemplos de que se ha ido con una solución, el problema de las Cumbres es que por lo general resulta en discursos que provocan pensar a fondo, buenas ideas, pero llevarlas a cabo es difícil, el poder de la conferencia es cambiar los corazones y las mentes”.
“El Apartheid fue una situación poco natural en la que una minoría reinó sobre una mayoría, pero no podíamos cambiarlo de manera contundente hasta que aceptamos que era equivocado, insisto, no en un momento de repente fue para mí y mis colegas líderes, empezó en los 70’s y en los ochentas nos dimos cuenta que era moralmente incorrecto, no podíamos seguir así, la misión era crear una pequeña Europa”.
Estimó que “todos debemos tener los mismos derechos para votar, pero debemos tener una Constitución fuerte, no debe haber discriminación nuevamente”.
(Rafael Gómez Chi)