Yucatán

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) inició una queja de oficio ante el fallecimiento de una persona en el Centro de Reinserción Social de Ebtún, Valladolid.

El presidente de la Codhey, Miguel Oscar Sabido Santana, dijo que, a través de la prensa, tuvo conocimiento del deceso ocurrido en el Centro del Reinserción del Oriente del Estado, pues de manera formal no habían recibido información de este hecho.

En este sentido, dijo que se solicitará un informe a las partes involucradas a fin de saber las causas del fallecimiento y determinar si hubo alguna responsabilidad, por acción u omisión, de las autoridades penitenciarias.

El funcionario recordó que las personas que se encuentran detenidas en las cárceles públicas, así como las que se encuentran en los penales, están bajo la responsabilidad de las autoridades, por lo que el exhorto es a garantizar su integridad y la vida.

Destacó, sin embargo, que el caso ocurrido en este penal es diferente a otros ocurridos porque no se trata de una cárcel municipal, sino de un Centro de Reinserción que está a cargo del Estado y no de algún municipio.

Informamos que José Efraín Cituk Cupul, de 76 años de edad y originario de Espita, fue encontrado muerto en su celda, en las instalaciones del Centro de Rehabilitación Social de Ebtún, Valladolid, a causa de un infarto de acuerdo con el parte oficial.

Informe

En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018, los cuatro Centros de Reinserción Social de Yucatán obtuvieron una calificación promedio de 6.83 puntos de 10; 0.38 puntos arriba de la media nacional de 6.45 puntos y en el lugar 12 de las 32 Entidades Federativas.

El Diagnóstico, que realiza de manera anual la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en coordinación con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), señaló que de los cuatro centros de Yucatán, la calificación más alta la obtuvo el Centro Femenil de Mérida con 8.03 puntos; seguido del Cereso de Mérida, con 6.65; luego Tekax con 6.35 y la calificación más baja fue la del Cereso de Valladolid, con 6.27 puntos, lugar donde ocurrió el deceso.

El presidente de la Codhey, Miguel Oscar Sabido Santana, dijo que los Centros de Reinserción Social deben garantizar en todo momento la seguridad y las condiciones de vida digna a los internos, a fin de que puedan desarrollar sus capacidades y realizar actividades que les permita una verdadera reinserción en la sociedad al quedar en libertad.

Dijo que resulta indispensable seguir trabajando en una reinserción social a través del trabajo, la capacitación, la educación, la salud y el deporte, factores esenciales para lograr un cambio de actitud del interno, desarrollo de sus capacidades y evitar su reincidencia.

El presidente de la Codhey indicó que los cuatro centros de Yucatán pueden mejorar en infraestructura; contratar personal suficiente de seguridad y custodia; en materia de salud, contratación de personal técnico y especializado; personal femenino para los traslados y para cubrir las ausencias, vacaciones e incapacidades; garantizar adecuados servicios de salud para los internos; desarrollar manuales de operación y protocolos que guíen y normen la actuación de las autoridades penitenciarias en caso de registrarse incidentes violentos en el interior de los centros; y en general, aquellos que vayan orientados a mantener la seguridad y las condiciones de vida digna al interior de los centros penitenciarios.

De acuerdo con el informe, en el caso del Centro de Reinserción Social de Valladolid, que obtuvo una calificación de 6.27, tiene capacidad para 144 hombres y 12 mujeres, y la población es de 116 y 2, respectivamente.

Se observó una apropiada atención en los siguientes temas: supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular; condiciones materiales e higiene de instalaciones para la comunicación con el exterior, de los talleres y áreas deportivas.

Deficiencia

En el informe, se observó una deficiente separación entre hombres y mujeres; así como insuficiencias en los servicios de salud y programas para la prevención y atención de incidentes violentos.

El diagnóstico señala que las instalaciones no son las necesarias para el funcionamiento del centro; así como insuficiencia de personal de seguridad y custodia, y deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias.

En el rubro de reinserción social del interno se observaron deficiencias en la integración del expediente técnico-jurídico, en la integración y funcionamiento del Comité Técnico, en la separación entre procesados y sentenciados, así como insuficientes o inexistentes actividades laborales, de capacitación y educativas.

(David Rico)