Yucatán

Roldán Peniche Barrera

De don Ermilo Abreu Gómez. Continuamos:

Xtoles

“Los xtoles eran indios que formaban la guardia nacional. Vestían chamarra blanca y sombrero de lona con cinta roja. Llevaban fusil y machete, caminaban descalzos y dormían en el cuartel, a ras de tierra. No tenían ánimo para nada. Cuando saludaban se quitaban el sombrero reverentes”.

Comentario.- También existe un viejo son maya llamado “Los xtoles”.

Personajes de Carnaval

Cada año, durante los días del carnaval, hacían su aparición tres sujetos ocurrentes y regocijados. Con sus travesuras llenaban de alegría la ciudad. Lo que no se les ocurría a ellos no se le ocurría a nadie. Uno se llamaba Huecho Marín, otro Felipe Ibarra y al otro le decían el Chato Novelo.

Comentario.- Ya don Luis Rosado Vega, entre otros cronistas, nos ha hablado del ocurrentísimo Felipe Ibarra y un sinfín de anécdotas que se le achacan. También de Huecho Marín. En cuanto a Novelo, ¿No habrá querido decir don Ermilo el “Chato” Duarte? Porque dicen que Duarte, humorista infatigable, gustaba de disfrazarse de mestiza los lunes de carnaval. ¡Nada más imaginemos que “mestiza” tan corpulenta sería el Chato Duarte!

Luego prosigue sus impresiones don Ermilo sobre el carnaval: “No había paseo, ni bando, ni corso, ni baile ni comparsa en donde no estuvieran presentes (los dichos Marín, Ibarra y Novelo) haciendo de las suyas. Para el entierro del dios Momo echaban el resto de sus ocurrencias. Los tres aparecían como en una carroza fúnebre; uno hacía de Momo, metido en un ataúd; otro de viuda, vestida de negro y llorando a moco tendido y el otro de fraile, armado de un hisopo. Y no se sabía cuál de los tres decía más picardías ni quién cometía más sacrilegios.

Mujeres de mala nota

Todos las conocían. Pasaban unas veces en coche, vestidas de modo llamativo con colorines, los labios pintados y el cigarrillo en la boca. Los hombres les hacían señas y las mujeres les volvían la espalda. Si se detenían en alguna parte se cerraban las ventanas y los postigos; las viejas decían que aquellas mujeres no tenían perdón de Dios y que al morir irían derechitas al infierno.

Un par de bombas para mudar de tema

De la inagotable veta de doña Manuelita Pavía, ha aquí algunas bonitas bombas:

Tus salbutes y panuchos

con buen sabor yucateco

son de tu cocina duchos;

me los serviste secos.

El tanchucuá para el xmen

es respeto y oración,

lo tomas, dices amén,

de lo contrario es traición.