Yucatán

TIZIMIN, Yucatán, 14 de enero.- “Vivir en carne propia las tradiciones y costumbres de la Feria de Reyes es una experiencia indescriptible e inolvidable, algo mejor de lo que esperaba, un sueño materializado, donde se desborda la fe y sobre todo los elementos que le proporcionan identidad a los tizimileños”.

Esto fue lo que compartió Pamela Arceo Gómez, Reina de la Feria de Reyes, mencionando que estar en cada una de las actividades de los festejos patronales en especial en todas las nonas la hicieron comprender nuestras raíces culturales, tales como las de los diputados de feria ya que constató que cada celebración es distinta acorde a sus modos de fe.

Preguntándole sobre la gente, indicó que se admiró tanto de los tizimileños como de los visitantes ya que llueva, truene o relampaguee acompañaban a los diputados para ir a coronar el coso artesanal por la madrugada, “la gente no se va, se queda, bailan, conviven y disfrutan, además de que aprendió que existen muchas personas que por promesa donan los toros de la corrida al igual que los ramilletes.

Mientras comentaba lo anterior también se le cuestionó en torno a que si se cansaba en algún momento de acudir a las diferentes actividades propias de su responsabilidad como embajadora de la Fiesta de Reyes, respondiendo que ni tiempo tenia para ello, pues tal vez el cuerpo evidenciaba cierta fatiga física, pero que esta inmediatamente desaparecía porque al llegar al lugar disfrutaba cada momento desapareciendo completamente cualquier signo de cansancio, ya que llegando la sacaban a bailar, la invitaban a comer, le solicitaban fotos con la gente, la saludaban, convivía con los amigos, viviendo y gozando con todas las personas que encontraba a su paso.

Señaló que la satisfacción es muy grata, pues uno no tiene una idea de la amabilidad de los tizimileños, sobre todo en esta época de Feria de Reyes, ya que el recibimiento y trato que le daban por las personas en todo momento fue muy cálido, como si se tratara de su propia familia.

Expuso que el momento más emotivo fue con el diputado de la séptima corrida, Idelfonso Canché, y que fue igual donde entendió lo que es realmente hacer las cosas con fe, pues narró que no había casi nadie en la casa de este diputado minutos antes de empezar la nona ya que había un frio descomunal, pero este señor jamás mostró una mala cara y por el contrario intentaba animar por todos los medios su promesa, sin importar que haya o no lo gente que se esperaba, simplemente por su fe.

“Entiendes su sacrificio por corazón, habían de 20 a 30 personas como máximo, pues lo dejaron mal sus socios, pero él siempre manifestó su alegría y le daba a los presentes muy buena atención”, puntualizó, recordando que cuando llegó con sus amigos habían 5 personas y salieron a bailar con ellos.

Sin embargo dijo que la fe mueve montañas y que al día siguiente todo fue lo contrario, que mucha gente llegó a la casa del diputado, comieron chocolomo, bailaron la cabeza de cochino y acudieron a coronar la plaza y a la corrida en gran número.

Reveló que otro de los momentos que le proporcionan mucha satisfacción es el ambiente religioso en el hecho de que muchos peregrinos acudan al santuario y hagan largas colas para venerar a los santos patronos.

Manifestó que no hubo ni un momento bochornoso, que cada etapa de su reinado lo ha disfrutado al máximo, que incluso ha bailado con muchos borrachitos, pero siempre la han tratado de manera muy respetuosa.

Aunado a todo lo anterior, indicó que su pasión por la jarana la vivió al máximo y que estos pasos de baile eran como un antídoto que la hacía recobrar fuerzas, pues considera que revive a cualquiera que ama el folklore de su tierra.

Dijo que es costoso ser reina pero que afortunadamente ella contaba con 8 ternos que iba combinando y lavando para portar consigo dignamente, pues durante los festejos y hasta la fecha los ha usado unas 15 veces y que cada uno cuesta entre 10 mil y hasta 25 mil pesos.

Otro de los elementos costosos, mencionó, es el traje ganadero que se usa en los eventos de la Expo Feria y eventos alternos, el cual le costó 1,600 pesos, ya que compró pantalón, botas, cinturón sombrero y dos blusas, elementos con los cuales ella no contaba, aunado a unas prendas propias y que combinó con este atuendo. En este sentido citó y agradeció a su gran amigo Carlos Polanco quien siempre la ha apoyado para obtener lo que necesita en vestuario, así como en peinado, maquillaje, llevarla y traerla a su casa e ir con ella a las nonas junto con otros amigos que la acompañan.

En la recta final de esta Feria de Reyes no dudó en invitar a todas las personas tanto del país como del extranjero a que visiten y disfruten de Tizimín, pues recalcó que queda feria por delante, actividades en la expo, así como religiosas.

“Vengan, conozcan y vivan los atractivos de la Ciudad de Reyes”, finalizó.

(Texto y fotos: Luis Manuel Pech Sánchez)