Yucatán

Una vela lo salva de quedar a la deriva en alta mar

Ribereño se quedó a la deriva a 22 kilómetros frente a las costas de Chuburná Puerto a una profundidad de 12 brazas, pero empleó una vela, antigua forma de navegación y regresó al puerto de Yucalpetén

PROGRESO, Yucatán, 15 de enero.- El uso de la vela para navegar ha quedado en el olvido, pero debe ser conocido por los nuevos pescadores debido a que si falla la máquina, puede sacar de un apuro en la actualidad a pesar de los adelantos para el pescador de ida y vuelta o de ribera.

Don Fernando Worbis Garrido, veterano hombre de mar, conocido en círculos pesqueros como “Burbis”, de 72 años de edad, se quedó a la deriva a 22 kilómetros frente a las costas de Chuburná Puerto a una profundidad de 12 brazas, pero empleó una vela, antigua forma de navegación y regresó al puerto de Yucalpetén.

A bordo de su embarcación “Príncipe de la Paz”, de 26 pies de eslora (largo), equivalente a 7.9 metros de largo con matrícula de Yucalpetén, dice haber comenzado en la actividad pesquera a los diez años, o sea hace 62 años, “por lo que siempre llevo en mis jornadas pesqueras una vela cuando suceden casos de emergencia como empleo inmediato”, dijo.

Al tratar de prender su máquina se dañó el arranque por las veces que intentó poner en funciones su embarcación, se descargó la batería, quedó sin propulsión y sin comunicación a través de la radio.

“Entonces esperas que amanezca e izas la vela y comienzas a navegar. Al salir el sol te ubicas hacia donde debería fijar la vela y a navegar. Es necesaria la claridad para evitar que los pesqueros que están saliendo te impacten por falta de señalamiento”, añadió.

“Burbis” tiene otra característica no común entre los pescadores actuales, debido a que navega solo en su embarcación, al mencionar que “de esta manera se evitan muchos problemas, debido a que muchos pescadores te rayan con el anticipo otros te guatean, (venden el producto) comercializan el diésel”, por lo cual de acuerdo a su criterio lo mejor es ser un pescador solitario.

“Cuando comencé a navegar en los barcos los motores estacionarios como el que utilizo eran contados y para ser pescador el manejo de la vela era básico”, sostuvo.

“Así que izé mi vela y la embarcación comenzó a avanzar. Después de ubicarme con la salida el sol el trayecto de navegación fue de más de siete horas, debido a que el viento estaba fuerte, situación que ocasionó que el barco se desplace rápido hacia el puerto de Yucalpetén. Desde luego al ver la costa, de inmediato mentalmente hice mi cálculo de donde debería de salir con mi barco”, indicó.

Cuando llegó al muelle de Yucalpetén llamó la atención con su vela. La maniobró con gran experiencia, atracó en el muelle, bajó por la proa (parte delantera del pesquero), amarro a la vita del muelle su embarcación, para ya segura comercializó su pescado y después buscar un electricista de confianza, para sea reparado su arranque y le cargue sus baterías que producen la corriente alterna, para continuar su jornada pesquera.

“El barco tiene combustible, hielo y comida así que después de repararse el problema seguiré la pesca para aprovechar lo que queda de la captura de la temporada del mero”, finalizó.

(Texto y fotos: Julio Jiménez Mendoza)