Luis Carlos Coto MederosDos poetas importantes nacidos en la década de los 40(De una selección de poesía de 1975)
Enrique Camilo Carrillo Duménico
1211Diez décimas a la décima
A alguno acaso lo ciegue
la luz de tus diez estrellas,
desdeñe tus dulces aguas,
tu sonante geometría:
yo sigo con tu misterio
guardándome las raíces;
yo sigo… busco en la sombra
de tu obelisco montuno.
¡Quién te escuchó y no te quiso
con un cocuyo en la mano.
Adolfo Martí Fuentes
Tu vida se fue perdiendo,
pero tú nunca morías
y en todas partes salías
contra todo combatiendo.
Hoy estás viva y haciendo
un novedoso despegue.
Así, cuando tu sol llegue
íntegro en diafanidad,
la luz de tu claridad
a alguno acaso lo ciegue.
Desde que te conocí
me abrasa tal inquietud
que yo no sé qué laúd
rasgueo dentro de mí.
Por tu estructura aprendí
a ver las cosas más bellas,
y entre el andar de tus huellas
tanta música encontré
que está ciego el que no ve
la luz de tus diez estrellas.
Tu río es agua de amor,
sustento de mi palmar,
donde me quiero bañar
cuando sangre mi dolor.
Un regazo acogedor
y alegre te dan las yaguas,
y las típicas piraguas
te van a besar también…
Yo no pienso que haya quien
desdeñe tus dulces aguas.
Maracas guitarras, güiros,
bongoes, clave, laúd
dan contigo la amplitud
de mi despertar guajiro.
Mientras tú, con un suspiro,
recorres la sitiería,
se vuelve más bello el día,
más romántico el galán
y tantas cosas que dan
tu sonante geometría.
Dicen que misterio tienes,
pero me gustas así,
cuando vas al ponasí
queriendo hablar por sus sienes.
Y si en tus brazos retienes
mi alma, no es un cautiverio;
soy feliz bajo el imperio
de tu cárcel de alba y rosa,
y si tú eres misteriosa
yo sigo con tu misterio.
En tu jardín campesino
la araña tiende su red
y el zunzún sacia su sed
con el néctar de tu vino.
El sinsonte deja un trino
jugando con tus matices,
y mientras horas felices
se van cuajando de amor,
voy de tu rama a tu flor
guardándome las raíces.
Yo busco en ti la alegría,
la belleza del paisaje
y las caricias del traje
hecho por la poesía.
Busco que te nombre un día
aquél que nunca te nombra,
y no busco al que se asombra
de tu luz, por ser ajeno.
Del árbol del verso bueno
yo sigo… busco la sombra.
Espero que cuando muera
me pongan en mi ataúd
una guitarra, un laúd
y una blanca guayabera.
Diez versos tener quisiera
más que la voz de un tribuno,
cuando sin alarde alguno
me sepulten cuerpo y alma
a la sombra de una palma:
De tu obelisco montuno.
Si fuiste tú combatiente
desde que empezaste a andar,
¿por qué quisieron callar
tu melódico torrente?
A ti, que en el verso ardiente
te latía un compromiso;
a ti, que sufriste en piso
de tierra y en guardarraya…
Cómo es posible que haya
quien te escuchó y no te quiso.
¡Cuántas veces en las noches
has cantado en el bohío,
abriendo al canto del río
tus diez receptivos broches!
¡Cuántas galas en derroches
has vertido por el llano!
Y al son del punto cubano
has piropeado la luna
y a mi mulata montuna
con un cocuyo en la mano.
Renael González Batista
1212Punto cubano por Chile
Abrid los ojos, pueblos oprimidos,
en todas partes hay Sierra Maestra.
Pablo Neruda
Chile: tu largo perfil
al pie de la cordillera
tal parece que tuviera
la figura de un fusil.
Tu pueblo, raza viril,
brava sangre de araucano,
sabrá con valiente mano
vengar crimen, sangre, escombro,
echarse la patria al hombro
y marchar contra el tirano.
Pueblos, minas y desiertos
traen desde la patria viuda
a la tumba de Neruda
grandes coronas de muertos.
Pero con ojos abiertos
por el miedo que lo enreda,
sabe el fascismo que queda
con el francotirador,
el fusil de Salvador
disparando en la Moneda.