Yucatán

Versión de Abreu Gómez sobre el Padre Ortiz

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

Ya lo hemos mencionado en alguna ocasión: el Padre Ortiz, a quien mi padre conoció (y creo que hasta lo bautizó). Era hombretón de pura raza maya aunque no tan humilde como el Obispo Carrillo y Ancona. Este Padre Ortiz se las traía y era confianzudo a ultranza. Veamos lo que don Ermilo tiene que decir de él:

“El Padre Ortiz era un indio rechoncho, moreno, malicioso y dicharachero. Tenía fama de ocurrente. Le hablaba de tú al Obispo. Para ir a la Casa Cural -que estaba frente al Sagrario- se levantaba la sotana y así en dos zancadas, cruzaba la calle; luego la dejaba caer en el atrio y decía, entre malicioso y burlesco:

“-¡Cosas de Juárez! ¡Manda subir las faldas pero no manda bajarlas!”.

Comentario.- Pero este Padre Ortiz no sólo tuteaba al Obispo sino al mismo gobernador y a los generalotes de entonces. El alcanzó los tiempos de la Revolución e hizo gran amistad -salvando las diferencias- con Salvador Alvarado, gobernador de Yucatán por entonces. Y a Alvarado le hablaba de tú sólo porque le daba la gana. Y es claro que Alvarado, para no rezagarse, le contestaba también de tú y así se armaban los grandes diálogos, todos chispeantes y llenos de segundas intenciones. Alvarado era ateo y así se lo hacía saber a Ortiz. Este siempre andaba de traje negro y con los faldones religiosos hasta los zapatos. Y es cierto que era prieto y grandulón y no respetaba a nadie.

Alvarado lo llegó a apreciar y los dos se visitaban constantemente. Y la amistad llegó a ser tan estrecha que en una ocasión, el general y gobernador le ofreció el arzobispado a Ortiz, arzobispado que era sede vacante ya que el antiguo arzobispo Monseñor Tristchler y Córdova, temeroso de la fama de comecuras de que venía precedido Alvarado, lió sus bártulos y exilióse en Cuba por si las dudas. Decíamos que estando la sede vacante, el gobernador ofreció el cargo a Ortiz, pero éste, después de pensarlo dos veces, declinó graciosamente tal oferta, aduciendo Dios sabe qué razones.

Del Padre Ortiz se saben muchas cosas gracias a nuestros cronistas, entre ellos Burgos Brito y Rosado Vega, quienes lo mencionan en sus libros, así como el Dr. Urzáiz Rodríguez.