MAMA, Yucatán, 28 de enero.- Con la solemne misa y procesión nocturna a las que se unieron cientos de feligreses, culminó la jornada eucarística de las “Cuarenta Horas” de adoración al Santísimo Sacramento, celebrada en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
La fiesta católica anual se efectuó del 23 al 26 de enero, en medio de júbilo y efervescencia religiosa que contó con la presencia de la grey católica de las comunidades que confirman la parroquia de Tekit, quienes recordaron el amor a Cristo en la Eucaristía, a través del Sacramento de la Comunión.
Para finalizar con las jornadas de adoración, el Pbro. Raymundo Pérez Bojórquez celebró la solemne misa donde compartió que con ello, el bello templo católico se vistió de gala como lo hace en el mes de agosto, con las festividades a la patrona del pueblo.
El sacerdote habló sobre el origen de la celebración que hace alusión al tiempo que Jesús permaneció en el sepulcro y la tradición de acompañarlo velando en oración junto a su cuerpo. Compartió que actualmente, hay tantos pretextos que la feligresía pone de por medio para evitar esos momentos de oración al Cristo Sacramentado.
“Esto es un ejercicio de oración y adoración a Cristo Sacramentado. En nuestra comunidad parroquial, tenemos esta dicha y alegría de ir renovando nuestro ser como cristiano, a través de esta actitud de oración, de fe, de cercanía y piedad a Jesús sacramentado”, aseveró.
Al retomar la lectura del evangelio, reflexionó sobre los inicios de la vida pública de Jesús y su misión en la Tierra: “Dios lo ha enviado para anunciarnos que el reino de los cielos está cerca, nosotros también estamos invitados a ser colaboradores de Jesús para predicar con nuestras vidas”, puntualizó.
En el marco de la solemne misa, el párroco Pérez Bojórquez dijo que la iglesia de Yucatán responde a la invitación del Papa Francisco, de instituir el tercer domingo del tiempo ordinario para la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios.
“Hay dos alimentos que no deben faltar en nuestra mesa y en nuestra vida: el pan de la palabra y el pan de la eucaristía. Que la palabra de Dios sea fuente de luz y vida en el camino que el Señor les permita recorrer hasta el día de su gloriosa manifestación y que les inspire amar a Dios y al prójimo”, culminó.
Al continuar con la celebración, el párroco ofreció la comunión a la grey católica de Mama, Tekit, Ochil, Sabacché y demás visitantes, quienes se prepararon para recibir al Santísimo Sacramento.
Al término del rito y tras el repique de las campanas, Jesús Sacramentado fue sacado con solemnidad de la iglesia para encabezar la concurrida procesión nocturna; para la ocasión, el Santísimo fue cargado sobre los hombres de un grupo de hombres y resguardado debajo de un pabellón.
Durante el recorrido, numerosas personas de todas las edades y familias enteras acompañaron a Jesús Sacramentado por las calles de la comunidad, arropándolo de cánticos, en tanto que otros se unieron con velas en manos.
Para este año, la procesión se prolongó por cerca de una hora tras ampliarse el recorrido; por último, la fervorosa peregrinación culminó en la iglesia donde la feligresía dio reverencia para despedir al Santísimo con solemnidad, en medio de oraciones. El retorno al templo católico estuvo enmarcado de pirotecnia.
Con dicha jornada, se dio por clausurada la fiesta de Jesús Eucaristía efectuada en la población de Mama, como parte de las “Cuarenta horas” de adoración al Santísimo Sacramento. Cabe mencionar que durante los cuatro días, los diferentes grupos apostólicos realizaron actividades.
(Carlos Ek Uc)