Además de los frentes fríos, las tormentas invernales son de los sistemas meteorológicos más importantes en nuestro país en la temporada de invierno, sobre todo por las condiciones de nieve y viento significativo que llegan a favorecer.
Las tormentas invernales son sistemas de baja presión que profundizan generalmente desde niveles superiores de la troposfera hasta superficie. Surgen desde la circulación del vórtice polar en latitudes altas, o en sistemas de baja presión que se aíslan de vaguadas polares sobre Norteamérica. En varias ocasiones vienen acompañadas de frentes fríos y masas de aire polar continental o marítimo.
Dichos sistemas invernales comienzan a llegar a nuestro país desde noviembre, alcanzando un pico máximo en enero, para comenzar a disminuir su frecuencia de llegada en marzo. Suelen arribar a la república mexicana por el noroeste y norte con trayectoria de oeste a noreste. En algunas ocasiones, alcanzan el centro de México.
La frecuencia de llegada al territorio nacional y su intensidad están relacionados principalmente con el debilitamiento del vórtice polar y el comportamiento de la oscilación ártica y oscilación del Pacífico norte, mismas que regulan la posición y ondulación del chorro polar.
Principales efectos
de las tormentas
invernales en México
Además de lluvias, las tormentas invernales favorecen nevadas y aguanieve en varias regiones de México, sobre todo porque disminuye la altura del nivel de congelación, en combinación con entrada de aire húmedo desde el Pacífico. Las nevadas se presentan en zonas montañosas, principalmente en estados del noroeste y norte. Destacan Baja California, Sonora, Chihuahua, Durango y Coahuila.
Otro fenómeno característico de las tormentas invernales son los fuertes vientos que generan, de igual manera en zonas altas. Esta condición está asociada a gradientes de presión o bien, los fuertes vientos en niveles superiores. La velocidad de los vientos llega a alcanzar hasta 100 Km/h o incluso más.
(Juan Antonio Palma Solís)