Ariel Juárez García
El asesinato es universal. Todos los días sufren una muerte violenta un número incalculable de personas. Los hombres y los adolescentes de sexo masculino de entre 15 y 29 años corren el mayor riesgo de ser víctimas de homicidio en todo el mundo.
¿Cuánto vale una vida?
? “Los miembros más jóvenes de las bandas de la ciudad india de Mumbai, (Bombay) están tan desesperados que acceden a matar a alguien por tan sólo 5,000 rupias (115 dólares), señaló la publicación Far Eastern Economic Review.
? “En Rusia cuesta un promedio de 7,000 dólares contratar a un asesino. La cifra de asesinatos por encargo ha aumentado vertiginosamente con la explosión económica de la Rusia moderna”, publicó la Agencia Reuters, basándose en el semanario Moscow News.
? “Un agente inmobiliario de Brooklyn fue detenido... y acusado de haber pagado a un adolescente parte de la cantidad acordada de 1,500 dólares por matar a su esposa, que estaba embarazada, y a la madre de ésta”, informó The New York Times.
? ‘El precio de los asesinatos está bajando en Inglaterra. Hace cinco años, un “trabajo” costaba 30,000 libras; ahora el precio es más asequible: de 5,000 a 10,000 libras’, contrastó The Guardian.
Individuos ávidos de poder y dinero matan sin el menor escrúpulo. Los capos de la droga mandan asesinar a familias enteras, y cuando se refieren a sus matanzas, dicen eufemísticamente que son “trabajos” en los que “se da el pasaporte”, “se quita de en medio” o “se despacha” a las víctimas.
Cada año, más de 1.4 millones de personas pierden la vida debido a la violencia. Por cada una que muere, muchas más quedan con lesiones y con diversos problemas de salud física, sexual, reproductiva y mental.
A los actos delictivos “normales” se añaden cada vez más los brutales atentados terroristas. Cada día se vuelve uno más vulnerable a los ataques criminales. Sea que uno esté en casa, en el trabajo o en la calle, el crimen puede reclamarnos la vida.
Unas 464,000 personas en todo el mundo fueron víctimas de homicidio en el 2017, superando con creces las 89,000 que murieron en conflictos armados en el mismo período, de acuerdo con el “Estudio mundial sobre el homicidio 2019” publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
Hoy día, América Latina se ha convertido en la región del mundo con más homicidios. Aunque el continente americano sólo alberga el 13% de la población mundial, aquí se registran el 42% de todas las víctimas de asesinatos, según el citado “Estudio Mundial sobre el Homicidio de 2019”.
El número total de personas que sufrieron una muerte violenta como consecuencia de un homicidio aumentó en el último cuarto de siglo, de 395,542 en 1992 a 464,000 en el 2017. De esta manera se refleja el panorama que dibuja el anterior estudio publicado en Viena por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (OUNDD).
Para precisar, la delincuencia organizada en México, por sí sola, fue responsable de hasta un 19 por ciento de todos los homicidios registrados en el que, en su momento, se consideró el año más violento de la historia en México, el 2017, apunta el citado estudio.
Se estima que durante los meses de enero y febrero del 2019 cerca de 5,803 personas fueron asesinadas en todo el país, haciendo que la tasa de homicidios creciera en un 13%.
El primer trimestre del 2019 se calificó, en su momento, como el más violento de México dado que en este tiempo se cometieron 8,493 homicidios dolosos.
Lamentablemente, la violencia de género también reportó un aumento drástico a inicios del 2019, pues tan sólo en la Ciudad de México los casos de violaciones ascendieron en un 124.2% y la tasa de feminicidios alcanzó el 8.6%.
De manera global, se contabiliza a las 50 ciudades más peligrosas del mundo, con los peores índices de criminalidad, dentro del ranking: 17 ciudades están en Brasil, 12 en México, 5 en Venezuela, 3 en Colombia y 2 en Honduras. También hay una ciudad de El Salvador, otra de Guatemala y una de Puerto Rico, según lo certifica el último informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal (CCSPJP), una organización civil mexicana que cada año elabora un listado con las 50 urbes más violentas del mundo.
Por otra parte, en un nuevo sistema de “recomendaciones de viaje” que sustituyó a las anteriores “alertas”, el Departamento de Estado del país vecino exhortó a los ciudadanos estadounidenses, en el mes de enero del 2018, a no viajar a varios Estados mexicanos como Tamaulipas, Sinaloa, Colima, Michoacán y Guerrero, entre otros, donde se exponen a peligros equivalentes a zonas en guerra, en países como Yemen, Sudán del Sur, Somalia, Irak, Siria o Afganistán, a los que clasificó con un riesgo de mayor peligrosidad, nivel cuatro, el más alto en la nueva modalidad.
Hay que tener presente los varios factores que contribuyen a fomentar la conducta delictiva. Uno de ellos, según cierto inspector general de la policía nigeriana, es “la coexistencia de pobreza y opulencia”. Además, suelen mencionarse la presión de los compañeros, las malas perspectivas laborales, la ausencia de contundentes medidas disuasorias de carácter legal, la decadencia generalizada de los valores familiares, la falta de respeto a la autoridad y la ley, y la excesiva violencia que difunden las películas y vídeos.
Por si fuera poco, vale la pena mencionar que, los jóvenes son atraídos por el llamado “dinero fácil”. Cuando no cuentan con opciones laborales, viven en la pobreza y con ganas de pertenencia, son la carne de cañón del crimen organizado. “Muchos no han tenido la oportunidad de una buena educación y tienen familias disfuncionales”, explica a BBC Mundo el profesor Salvador González, de la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad de Colima, que ha estudiado el tema por años. “Además, muchos no tienen opción, o le entran o los matan”, añade.
Lamentablemente,… “Parece que el incremento en los actos delictivos es característico de toda sociedad industrializada moderna, y no hay constancia de que las reformas legislativas o penales incidan significativamente en el problema... En la actual sociedad urbanizada, que da preferencia al crecimiento económico y la realización personal, no hay motivos para suponer que la tasa de delitos vaya a frenar su ascenso”, concluye The New Encyclopædia Britannica.