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Yucatán

Como el Mal de Chagas, dengue, zika, chikungunya, VIH, leishmania

El Dr. Fernando Andrade Narváez, asesor externo del CIR “Hideyo Noguchi” de la UADY, dijo ayer que aquí en Yucatán hay varias enfermedades tropicales desatendidas.

–¿Cómo cuáles? –preguntamos.

–Desatendidas en Yucatán el Mal de Chagas, dengue, zika, chikungunya, VIH, leishmania, tenemos varias, en el sentido de que no son prioritarias. O sea, que no están como problema prioritario en la atención de salud, ninguna de ellas. Vaya a la Secretaría de Salud y pregúnteles: ¿dónde está el programa, tiene recursos el programa? No. Apoyan mucho, sí. Lo que estamos haciendo con la leishmania es con apoyo de la Secretaría, pero conciencia no hay. Lo que estamos intentando es implementar que haya un programa de forma tal que si nosotros nos retiramos, ellos sigan.

–¿Hay leishmania (la enfermedad del chiclero) en Yucatán?

–Afortunadamente la naturaleza empieza a regenerar la selva que ya hay en Tinum, pero hay otras; en el mundo hay 20 enfermedades tropicales desatendidas.

–Dice usted que hay 20 enfermedades tropicales desatendidas en el mundo, ¿por qué?

–El hecho es que afectan como le digo a población desatendida. ¿A quién le importan los que están en el campo, que como ya le decía son los otros, los sin nombre, los sin derechos, los sin hospitales, los sin escuela, los sin…? Ese es el gran problema.

Andrade Narváez dijo asimismo que el porcentaje de leishmania es muy bajo, por decir la incidencia en el continente y en México es muy baja: es .5 por 100 personas. Es poco, es muy bajo. Ese 0.5% es de un estudio de Campeche.

–Doctor, ¿por qué es importante estudiar este problema?

–No es tanto por magnitud. A nivel magnitud mundial es otra cosa, porque aquí tenemos una forma de leshmania muy benigna. Benigna significa que pica, se hace una úlcera, que si no se trata, pues sigue. Si la úlcera está en la oreja, es la clásica úlcera del chiclero que destruye la oreja.

–¿En Yucatán cuántos casos se conocen?

–Muy pocos. Al año serán 10 ó 15 casos. Y no es alarmante. Eso es un problema, porque las autoridades utilizan eso como argumento para decir: esto no vale la pena estudiarlo y no vale la pena atenderlo, por eso le llaman desatendido.

Acabamos la selva

–¿Y por qué apareció en Tinum la leishmania?

–En Yucatán, pues porque prácticamente el estado no había sido un área muy importante en cuando a endemicidad, en cuanto a presencia, porque no teníamos ya, acabamos con la selva. La península de Yucatán era una bellísima selva pero lo que es el estado o la zona norte la fuimos talando, talando y talando y prácticamente la acabamos. Lo que es Campeche, Quintana Roo, que la selva está muy bonita, muy bella, allá hay mucha leishmania, pero en Yucatán ya regresó en el municipio de Tinum.

–¿Qué efectos tiene la leishmania en la gente?

–Es espantoso. Si son hombres, desafortunadamente, pues no le dan gran importancia. En la mujer sí. A una mujer que tenga una cicatriz de por vida, o una oreja mutilada, pues evidentemente sí le afecta.

Volviendo al otro punto, a nivel mundial es un grave problema, porque la forma de aquí es benigna, benigna en cuanto que es localizada cutánea. Pero hay la forma moco cutánea, que se va para adentro, invade las mucosas y llega hasta el tracto respiratorio. Es mortal. Y está la forma más grave todavía que es la visceral generalizada que invade todo el organismo. Esa la vemos en el Asia, en la India, en donde la mortalidad estamos hablando ya no de que se enfermen, de que tengan lesiones, sino de que se mueran. Entonces por eso tiene enorme importancia.

Segundo lugar a nivel mundial

–¿Y el porcentaje a nivel mundial, tiene idea?

–Prácticamente en cuanto a causa de mortalidad, pues desde luego está en primer lugar malaria, que es un gran problema, después estaría leishmania.

–¿Cuál es el vector en leishmania?

–Es un mosquito, es una mosca pequeñita que se conoce con el nombre en América de luxonia, que no es muy diferente con lo que aquí conocemos con el dengue, el chikungunya, el zika, que es otra cosa, son moscos comunes.

–¿Dónde se hospeda el parásito que la causa?

–Dependiendo del tipo de leishmania. Aquí en la península son roedores.

–¿Y esto puede avanzar si no se atiende?

–Sí, desde luego. En la forma cutánea focalizada es benigna. Solamente que lo que está pasando en el mundo actual, porque es un mundo que ha cambiado mucho, y por decir ya tenemos muchas enfermedades como VIH, en las que hay un sistema inmune deprimido, ahora sí no, es otra cosa. No es lo mismo tener VIH que sí tenerlo. O no es lo mismo tener cáncer, o no es lo mismo tener una enfermedad autoinmune. Todo en lo que el individuo o toma inmunosupresores, o desarrolla una inmunesupresión, las enfermedades de ese tipo como leishmania, estallan prácticamente.

–¿Son difíciles de curar las lesiones cutáneas de leishmania?

–Pues fáciles no son. Existe a la fecha un solo tratamiento que son inyecciones de atimoniato de hemeglubina, que es un antimonial, como su nombre dice, que hay que inyectarlas diario por alrededor de 21 días, tres semanas. Es doloroso, pero a la larga se quita.

–¿Desde cuando estudian esa enfermedad?

–Llevamos trabajando en esto desde el 84, nosotros, el grupo de investigadores. Trabajamos todo el estado de Campeche, trabajamos Cancún, y estamos trabajando Yucatán. ¿Qué ventajas tiene? Que la gente ya sabe, que la gente busca tratamiento. Y afortunadamente la Secretaría de Salud desde entonces, estamos hablando de los 1980, aceptó la responsabilidad de obtener el medicamento y darlo a los enfermos.

–¿Por qué la leishmania ataca en zonas selváticas?

-Porque allá se encuentra el vector. En las actividades de la siembra, la cosecha, el hombre está conviviendo todo el tiempo con el vector, y al convivir lógicamente se expone a que lo pique. Y al picarlo, a que se enferme.

Importancia de la bioética

–En el anuncio del programa dice que va usted a hablar también de bioética…

–Bioética es una interdisciplina de finales de la década de los 70. ¿Qué ocurre? Que todos sabemos lo que es la conducta ética, o más o menos tenemos una idea de la conducta ética, de cómo debemos hacer, analizar, argumentar, pero la ética tradicional fue una ética enfocada solo al aspecto médico, al aspecto de salud, que es como se ve en las facultades de medicina, en los hospitales, se ve en los trasplantes, y en una serie de aspectos.

Pero cuando se empiezan a abordar problemas tan complejos de las enfermedades tropicales desatendidas, los factores que inciden para que se den son múltiples, y ya la ética médica es insuficiente. Entonces entra en escena una persona muy inteligente, de apellido Potter, a quien invitan a dar, siendo un investigador, una plática sobre ética de la investigación, y él dice sabiamente: Necesitamos una nueva sabiduría, una sabiduría que conjunte los saberes. O sea, todos los aspectos relacionados con vida, biología, y todo lo relacionado con valores, con principios, ética, filosofía, sociología. O sea, viene siendo una interdisciplina, porque aborda todo en su complejidad. Es lo que voy a tratar ahorita.

Los que las desatienden

–¿En el mundo, quiénes desatienden esas 20 enfermedades?

–Desatendidas por llámese OMS, o los famosos G 3, G 7, G 8, G20, ¿alguna vez han visto ustedes, si leen las conclusiones, que la salud es importante? ¿Qué les importa? Ahorita importa la guerra comercial de Estados Unidos, el problema de los migrantes. ¿Y la salud, y particularmente la salud de los otros, de los pobres, a quien le importa?

La entrevista se llevó a cabo en el marco de la “Reunión de Expertos sobre Enfermedades Tropicales Desatendidas, el Panorama en el Sureste Mexicano”, que tuvo lugar en el auditorio del CIR “Hideyo Noguchi” de la UADY.

(Roberto López Méndez)

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