Pilar Faller Menéndez
Los orígenes que tiene la tradicional Rosca de Reyes, son fundamentalmente religiosos y datan de la búsqueda de los Reyes Magos para rendir tributo a Jesús, el Rey de los Judíos. Estos reyes hicieron un viaje desde Oriente hasta Jerusalén, guiados por una estrella, en su camino, preguntaron al rey Herodes por el nacimiento del nuevo Rey de Judea, por lo que Herodes celoso de que hubiera nacido un nuevo rey, dijo a Melchor, Gaspar y Baltazar que le avisaran apenas lo encontraran para que él también fuera a adorarlo.
Herodes tenía miedo de que el llamado Mesías le fuera a arrebatar el poder, por lo que mandó asesinar a todos los bebés menores de dos años de edad. Cuando finalmente los Reyes Magos encontraron al niño Jesús, a ese día se le conoce como la Epifanía y el encuentro es el símbolo de la Rosca de Reyes.
La forma que tiene la Rosca de Reyes representa el círculo infinito del amor de Dios hacia los hombres, ya que no tiene principio ni fin. Las frutas cristalizadas y secas que adornan la rosca, son el símbolo de las piedras preciosas que adornaban la corona de los Reyes, y el muñequito que se esconde en la rosca, significa la huida a Egipto, de María, José y Jesús, para poder ocultar al Mesías de la crueldad de Herodes.
La tradición de partir un pan circular al que se le llama la Rosca de Reyes, comenzó en el siglo XIV en Francia. El ritual era el siguiente: la primera rebanada se da a la persona que fuera más pobre, o para el que llegara a la casa sin avisar. La segunda rebanada era para los ausentes, que se encontraban en la armada del Rey y habían sido enviados a la guerra, y el resto era compartido entre los presentes. Esta tradición se expandió a otros países de Europa y América.
Actualmente, en Francia, por lo general un niño se esconde bajo de la mesa o se le vendan los ojos, y corta un pedazo de la rosca y elige a una persona para darle el pedazo de pan. Si esta persona tiene suerte, puede que dentro del pan encuentre una moneda o una haba, lo que significa que será rey o reina por un día.
En México, varía esta tradición, pero la más completa es aquella en la que dentro del pan se esconden muñequitos de plástico que simbolizan al niño Dios, y cada quien escoge al azar un pedazo de la rosca. Las personas que encuentran un muñequito dentro del pedazo que eligieron, se convierten en las madrinas o padrinos del niño, al cual deben llevar a bendecir a la iglesia y festejarlo con tamales el dos de febrero, que se celebra el Día de la Candelaria. Los padrinos deberán esmerarse en vestir al niño Jesús con las mejores ropas. A pesar de que no existe un atuendo en particular con el que deba vestirse, muchos lo visten como San Francisco de Asís, el Santo Niño de Atocha, el Niño de las palomas o el Niño de las Azucenas.
Actualmente, partir la Rosca de Reyes se ha vuelto una tradición en la que los amigos, los compañeros de oficina, o la familia, se reúnen para partir esta rosca, y se sigue la costumbre de que los que hayan encontrado el muñequito en el pedazo que eligieron, el día de la Virgen de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero, deben convidar con tamales a las personas que partieron la rosca con ellos.
Con la tradicional Rosca de Reyes, que se lleva a cabo el 6 de enero, terminan los festejos decembrinos, al que muchos llaman el maratón Guadalupe-Reyes, que comienza con los festejos a la Virgen de Guadalupe y finaliza con la Rosca de Reyes, lapso durante el cual la gente festeja posadas, la Navidad, el Año Nuevo, y es época de muchas fiestas.