Una familia meridana se anticipó a las celebraciones de Halloween y decoró un árbol de jícaras, cuyos frutos fueron transformados en calabazas caladas para “asustar” a propios y extraños.
El árbol se encuentra en una casa ubicada en el fraccionamiento Los Pinos, ubicado al oriente de la ciudad.
En sus ramas, luce varias calabazas con caras, propias de la temporada de Halloween, hechas con jícaras provenientes de ese mismo árbol.
En redes sociales, las fotos de este peculiar árbol decorado han sido compartidas más de 70 veces.
Los internautas resaltaron este hecho por su particularidad y por ser una manera sustentable de decorar para las festividades de la temporada.
Por Redacción Digital Por Esto!
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