Con las lluvias que trajo el Huracán Zeta, habitantes de las comisarías del Norte de Mérida, en particular la de Xcunyá, cumplen 24 días que están prácticamente bajo el agua. El nivel no baja y los pobladores piden se refuercen los trabajos para que, al fin, puedan vivir en mejores condiciones.
Pobladores de esta comisaría meridana, particularmente los que tienen sus predios sobre la vía principal, la calle 21, no pueden desarrollar sus actividades con normalidad.
“Ya hicieron pozos, se han ido pipa tras pipa y simplemente no baja el nivel del agua, y no podemos dejar sola la casa y estar en otro lugar porque se roban las cosas”, comentó José Canul, poblador de Xcunyá, quien se encontraba en la puerta de su casa, junto a su esposa María Couoh.
Ambos lamentaron las circunstancias que están viviendo, pues hace prácticamente un mes que tienen que vivir entre agua podrida, gusanos, mosquitos y hasta serpientes que han visto en las calles inundadas.
Compartieron que tienen cuatro hijos y por la salud de los pequeños decidieron trasladarlos a otro lugar, para no exponerlos a la situación que están enfrentando. Expresaron que no podían creer que un nuevo huracán iba a amenazar otra vez más el patrimonio que han constituido.
Recuerdan que son parte de Mérida
Pese a todo se muestran positivos, ya que consideraron que si no fuera por la presión mediática que ellos mismos generaron, las autoridades municipales no hubieran volteado a ver a la comisaría. Criticaron que muchos de los esfuerzos se enfocaron en principio a atender a las colonias del Norte de la capital yucateca, como el Fraccionamiento Las Américas, que a las comunidades que también son parte de la capital del Estado.
Por otra parte, Jesús del Carmen Chalé, quien vive a unos pasos de la salida de la comisaría, dijo que tuvo que reubicar a su padre, de la tercera edad, debido a que no considera que las condiciones de la comunidad sean las adecuadas.
Aseguró que las autoridades les prometieron realizar obras, como la construcción de un pozo de desazolve, sin embargo, esta acción al momento no se ha realizado.
Indicó que, si bien ha bajado algo el nivel del agua, previo a la llegada de Zeta de nuevo la inundación regresó y ha tenido que adaptarse a estas condiciones.
Duermen con el agua bajo sus pies
Expresó que no puede irse de la propiedad por temor a que le roben lo que pudo salvar de los anteriores temporales. Expuso que ha tenido que aprender a dormir con el agua abajo de él.
Don Jesús tiene un espacio de aproximadamente 4 por 4 metros en donde sólo hay una hamaca, los muebles han sido retirados, ahí duerme rodeado de agua.
“Estamos a la bendición de Dios, aquí estamos, aquí vivimos y desafortunadamente contra la naturaleza no puedes pelear, poco podemos hacer”, sostuvo.
De igual forma, Ángel Couoh señaló que de nuevo en su domicilio está subiendo el nivel del agua y ha perdido muebles, electrodomésticos, y teme por su salud debido a la cantidad de mosquitos.
“A ver si nos vienen ayudar, porque aún no salimos de lo que nos dejaron Cristóbal, Gamma y Delta”.
Comisarías vecinas se salvaron
Cabe mencionar que esta comisaría es la que presenta las mayores afectaciones, durante un recorrido ayer se pudo observar que Tamanché, localidad que se encuentra a un lado de Xcunyá, no presentaba mayores afectaciones, sólo algunos encharcamientos menores.
Por lo pronto, los habitantes de Xcunyá están a punto de cumplir un mes de vivir en estas estas graves condiciones, que impiden que realicen sus labores cotidianas, en algunos casos las familias han tenido que adaptarse; solicitan el apoyo de las autoridades municipales, ya que sienten que una vez más los han olvidado.
Por Guillermo Castillo